Tercer intento

Sin luz ni taquígrafos. Francisco Álvarez-Cascos y María Porto ya son marido y mujer. Fue este fin de semana cuando se dieron el sí quiero en la más absoluta intimidad, prácticamente sin testigos.

La galerista y el político retirado han hecho gala, desde que iniciaron su relación, de una discreción mayúscula. Han querido que la intimidad sea patrimonio exclusivo suyo, y el día de su matrimonio civil no ha sido una excepción.

Lo cierto es que se han casado muy poco después de que el ex ministro y vicepresidente del Go-bierno de Aznar obtuviera el divorcio de la que fue su segunda esposa, Gema Ruiz Cuadrado.

Cascos y María Porto comenzaron su relación hace más de dos años, al principio en el más absoluto secreto, hasta que una revista publicó sus primeras imágenes juntos en un hotel de Lanzarote y con los hijos pequeños de ambos.

Sucedió en la Navidad de 2003 y el entonces ministro de Fomento acababa de anunciar su separación de Gema Ruiz, hoy convertida en un personaje del corazón y, para sorpresa de muchos, concursante de un programa de baile en televisión.

El gijonés ponía así el punto y final a un matrimonio que no fue en absoluto discreto. Para empezar, porque fueron muchos los comentarios respecto la diferencia de edad de ambos. Y es que no hay que olvidar que ella era una joven estudiante de Nuevas Generaciones y él el vicepresidente primero del Gobierno cuando iniciaron su romance.

Aquel enlace, al contrario que éste, se celebró por todo lo alto el 19 de octubre de 1996 en los Reales Alcázares de Córdoba. Acudieron a la ceremonia numerosas personalidades y compañeros de partido de Cascos, incluido José María Aznar, entonces presidente del Gobierno, junto a su mujer, Ana Botella.

Fue todo un acontecimiento so-cial que llenó revistas y programas. La novia, de blanco y con modelón de Vittorio&Lucchino; el novio, de chaqué. Todo muy tradicional, aunque sin ceremonia religiosa, porque Cascos se había divorciado el año antes de su primera mujer y madre de sus cuatro hijos mayores, la gijonesa Elisa Fernández-Escandón. Aquella sí fue en el altar y con apenas 24 años, en 1971.

Casi 35 años y seis hijos después, Álvarez Cascos ha vuelto a probar suerte con el matrimonio. Su tercera boda le ha unido a una mujer con la que no sólo comparte su vida, sino también trabajo, porque, desde que abandonó la vida política, dirige junto a ella la empresa Aqualium, dedicada a la compra y venta de arte.

Se les verá juntos la próxima semana en la feria de arte contemporáneo ARCO. Seguro.