Sociedad

Un submarino en la muñeca

Una firma americana desarrolla un sónar inalámbrico que informa al pescador de la existencia de peces

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Para ir de pesca ya no hace falta consultar las tablas lunares ni malgastar el cebo en pozas y pantanos a la espera de la deseada picada. Basados en los mismos principios que los aparatos utilizados en las patrulleras y submarinos militares, después adaptados a los pesqueros, los aficionados a la caña pueden saber dónde y cómo pescar gracias a un sónar en miniatura que se puede llevar en la muñeca. Se acabó perder el tiempo a la espera de la picada y malgastar el cebo, cada vez más caro.

La firma estadounidense SmartCast ha desarrollado una gama de sondas inalámbricas recomendadas para la pesca en ríos, dársenas, pantanos, desde embarcaciones o desde muelles, con aguas poco batidas.

El aparato consta de dos piezas, el sensor remoto y el receptor, que en el caso de la RF-35, tiene el tamaño y la forma de un reloj digital. El sensor o boya, verde o naranja, de menos de 10 centímetros y muy ligero, se lanza con una caña, como cualquier otro aparejo de pesca. Desde ese momento, se convertirá en los ojos bajo el agua del pescador, al transmitir la información que capta hasta el receptor de pulsera. Profundidad y peces ¿Cuantas veces se ha preguntado por el fondo que habría que dar a los aparejos flotantes? ¿Dónde están las algas o las rocas que tantas cucharillas y poteras le han robado? Ahora eso se acabó para siempre.

Funcionamiento

Al caer al agua, el aparato comienza automáticamente a medir la profundidad, la temperatura del río o pantano y detectar la presencia de peces, si los hubiera, en un ángulo de 90 grados.

Todos estos datos se transmiten al reloj de pulsera en una frecuencia de 433,92 megahercios. La información queda registrada en la pantalla (de 48x32 pixels), que muestra el perfil del fondo, a la vez que informa en tiempo real de lo que hay debajo del sensor.

Cuando el sónar detecta peces, grandes o pequeños, lanza un pitido y el animal aparece dibujado en la pantalla. Cabe la opción, si es de noche, que la pantalla se ilumine a la vez que se escucha el zumbido. Como los submarinos

Con este aliado, el pescador sólo puede irse a casa sin peces, si estos están inmóviles en el fondo, como suele ocurrir en invierno. Esa será su única salvación, el truco que salvó la vida a muchas tripulaciones de submarinos tanto en la campaña del Pacífico como en la del Atlántico a lo largo de la última gran guerra.

La distancia máxima de la sonda, con las pilas a pleno rendimiento, es de 20 metros, una distancia ideal para lanzar con cebos artificiales, como cucharillas, vinilos o moscas, así como para dejar un buldo o una boya cargada con gusanos, maíz u otro manjar natural o sintético para los peces.

Garantía

El fabricante, que sirve el reloj con dos pilas, garantiza la batería de la sonda -que no se puede cambiar- durante 500 horas. Sin embargo, no hay que asustarse, dado que ésta sólo se pone en marcha una vez en el agua. El único cuidado del aparato es que no debe llevarse o guardar cerca de objetos metálicos, dado que podrían dañar su mecanismo. Este sonar portátil para pesca se puede encontrar en tiendas especializadas por unos 140 euros.