No busque, encuentre
Iberlibro ofrece a través de internet más de 2.000.000 de títulos raros
Actualizado: GuardarSi Azorín hubiese conocido internet es posible que se hubiera ahorrado más de un paseo a la cuesta de Moyano en busca de libros raros y curiosos. Si Azorín viviera en la actualidad seguiría huroneando por las viejas casetas -la tentación es irresistible-, pero con toda seguridad teclearía más de una vez en algún buscador de la red la palabra iberlibro. Esta tentación -como la anterior- resulta irresistible. Si su autor favorito es un remoto y desconocido literato de siglos pasados es muy probable que alguna obra suya se encuentre dentro de los más de 2.000.000 de títulos que contiene este inmenso almacén informatizado. Compuesto por 337 libreros, el consorcio agrupa a profesionales de todo el territorio nacional.
La asociación -que está creciendo como la espuma- recibe una media de 300.000 visitantes al mes. Cada día genera entre 400 y 500 pedidos. La mayoría se tramitan contra reembolso. Una vez escrita la palabra Iberlibro en cualquier buscador de la red, aparece un vínculo que dice: «Libros nuevos, antiguos, agotados y de ocasión». Se pincha y surge un recuadro donde se puede escribir el autor o la obra buscada. En unos segundos la pantalla del monitor muestra las existencias, la dirección y el teléfono de las librerías en que se encuentra disponible. La descripción incluye si está nuevo o fatigado, así como el año en que fue editado, si contiene láminas y otra serie de pormenores. Los precios, curiosamente, fluctúan de forma considerable dentro de un mismo título. Se pueden llegar a encontrar diferencias de más de 60 y 70 euros en volúmenes de 150 ó 200 euros. Y, en los de saldo, una librería los tiene a diez euros, otras a 20 y otras a cuatro.
La comodidad y la rapidez hacen que este servicio se convierta, a veces, en adicción. Ya no hace falta recorrer las librerías de viejo. Basta con sentarse al ordenador y entrar en Internet. En unos segundos el moderno artefacto le informa en dónde se encuentra ese título que llevaba toda la vida buscando.