Un vídeo muestra con vida a los cuatro cooperantes occidentales raptados en Irak
Los captores anuncian una última oportunidad para salvar la vida de los retenidos
Actualizado: GuardarLos secuestradores de cuatro cooperantes occidentales anunciaron ayer en un vídeo que han otorgado «una última oportunidad» a las autoridades iraquíes para que liberen a los presos y amenazan con matar a sus rehenes si no se cumple con esta exigencia.
Como es habitual, fue la cadena de televisión qatarí Al Yazira la encargada de difundir la grabación de las llamadas Brigadas de las Espadas del Derecho. La cinta, que llevaba sobreimpresionada la fecha del pasado día 21, aparecen los rehenes sentados frente a un muro, con aspecto cansado. Tres de los activistas cristianos hablan a la cámara, aunque no se escucha el sonido. Al Yazira señaló que el vídeo iba acompañado de un comunicado por escrito en el que los secuestradores lanzan su advertencia.
El británico Norman Kember, de 74 años, los canadienses James Loney, de 41, y Harmeet Singh Sooden, de 32 y el estadounidense Tom Fox, de 54, fueron capturados en Bagdad el 26 de noviembre por un grupo desconocido.
Amenazas anteriores
Los cuatro cooperantes ya fueron amenazados de muerte una vez por sus raptores, que exigieron la liberación de todos los detenidos en las prisiones iraquíes y estadounidenses del país pérsico antes del 10 de diciembre. Desde entonces, los terroristas han hecho oídos sordos a los llamamientos de familiares, gobiernos, asociaciones religiosas, entre ellas algunas islámicas, y ONG como la que los empleaba a los rehenes. «Trabajamos por los oprimidos y condenamos a nuestros gobiernos por sus actuaciones en Irak», afirmó la ONG, presente en la zona desde 2002 y que registra desde la caída de Bagdad los abusos en las cárceles.
Tras difundirse las imágenes, el reverendo Alan Betteridge, amigo íntimo de Kember, expresó su alivio al comprobar que los pacifistas siguen con vida, aunque calificó el vídeo de «decepcionante». «Con toda la presión que el mundo musulmán ha ejercido sobre los secuestradores, había pensado que encontrarían la forma de liberarlos sin hacer este tipo de amenazas», señaló.
La esposa del británico, Pat Kember, hizo el pasado día 6 un llamamiento a las Brigadas para que pusieran en libertad a su marido. En una declaración emitida también por Al Yazira, la señora Kember dijo que estaba «muy preocupada» por el estado de salud de su esposo, a quien definió como «un hombre de paz» que sólo quería ayudar al pueblo iraquí.