Joyas de grandes volúmenes
El Salón Internacional de la Joyería presenta en Madrid las tendencias para la próxima temporada La primavera se tiñe de color en su vuelta a los años cuarenta
Actualizado:El menos es más, lema de la co-rriente estética del minimalismo de los años sesenta, dejará paso la Primavera-Verano 2006 al espíritu de sofisticación y lujo de la década de los cuarenta. La sencillez como máxima expresión quedará desterrada la próxima temporada por la artificiosidad, por lo menos, en cuanto a piezas de joyería se refiere. La trigésimo sexta edición de Iberjoya -Salón Internacional de la Joyería, Platería y Relojería-, que se celebró hace unos días en el Parque Ferial Juan Carlos I de Madrid, así lo ha puesto de manifiesto. Unas 555 empresas de todo los puntos del planeta presentaron durante cinco días sus nuevas propuestas para la temporada.
Los anillos grandes -como la sortija cuadrada de la firma portuguesa Gilsousa, en la fotografía de debajo-, los broches, los brazaletes -como el que propone la firma valenciana Marfil Joyeros, en la fotografía de la derecha- y los interminables collares de cuentas se han convertido, desde hace ya varias temporadas, en los complementos clave del verano. La próxima primavera, las bautizadas como maxi-joyas seguirán siendo las reinas del joyero.
El oro regresa pisando fuerte. El de color blanco triunfa sobre el amarillo y el rosa. Los diamantes, en tallas actuales o tradicionales, sobre oro blanco o platino, solos, con perlas u otras piedras preciosas simbolizan una de las tendencias de la temporada, bautizada por los profesionales como eternal pleasure (placer eterno). Porque ya se sabe, un diamante es para siempre.
Onix negro, perla blanca
El color se adueña de las piezas, así los diseñadores han trabajado con zafiros naranjas, rubíes rojos, peridotos verdes, jades... El onix y las perlas completan la paleta donde en esta temporada, que comenzará en un par de meses, no pueden faltar los blancos y los negros. La influencia de la naturaleza ha sido la responsable de este arcoiris multicolor. Tropical glam, otra de las tendencias del verano, refleja en las piezas un paraíso imaginado. Volúmenes generosos, superposiciones, abundancia de elementos colgantes...
Desterrar la idea de que las joyas son solo aptas para la noche y los grandes acontecimientos es uno de los retos del sector. Talismanes, amuletos, y collares con acabados de apariencia poco elaborada marcan la pauta de otra de las tendencias de la Primavera-Verano 2006, el tribal spirit, una apuesta firme por conquistar la calle. El espíritu de la tribu invade las joyerías.