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El 'Odyssey' se retira temporalmente del Estrecho pero no suspende su plan

La empresa americana que busca el pecio del 'HMS Sussex' asegura haberse llevado muestras y mantiene un segundo barco operando en la zona

F. APAOLAZA /AGENCIAS/CÁDIZ
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La embarcación americana Odyssey, que explora el pecio del HMS Sussex frente a La Línea de la Concepción, ha abandonado las aguas de la polémica y se dedicará a buscar otro barco hundido en el Mediterráneo Occidental. Eso sí, lo hace -supuestamente-, con restos del pecio en las bodegas. La noticia, anunciada en nota de prensa por la compañía Odyssey Marine Explorations (OME), provocó la satisfacción de los representantes del gobierno andaluz. «Lo importante es que se va», decía ayer el viceconsejero de Cultura de la Junta, José María Rodríguez. Manuel Chaves iba más allá: «lo importante es que la Junta ha impedido que esta empresa lleve a cabo su cometido».

Todo esto pese a que, según la nota de la compañía, el Odyssey deja las aguas -donde supuestamente se hundió el Sussex en 1694- pero lo hace «de manera temporal». Y además de asegurar que la partida de su buque no es un adiós sino, más bien, un hasta luego, OME indica que otro buque de su propiedad, el Odyssey RV, con pabellón americano, se encuentra esperando en Gibraltar «para seguir dando soporte a las operaciones en la zona». Es decir, que se ha ido el barco -de momento-, pero la compañía sigue adelante con su proyecto.

Con las bodegas llenas

Según la comunicación de la propia compañía, la investigación ha completado la Fase 1A y parte de la Fase 1B, «que incluye la toma de pruebas arqueológicas para identificar si el pecio corresponde finalmente al del HSM Sussex», una afirmación que, de ser cierta, confirmaría las denuncias de las organizaciones ecologistas que advirtieron de la extracción de piezas por parte del Odyssey.

La Junta de Andalucía mantiene la tranquilidad, pese a todo. José María Rodríguez, además de sostener que lo importante del asunto es la partida de la embarcación, asegura que, según la información que la Comandancia de Marina les ha facilitado, «sería muy difícil» que OME haya extraído del HMS Sussex «lo que quería».

La nota de prensa de la compañía es menos ambigua. Supuestamente, el proyecto arqueológico sigue adelante según lo previsto, a la espera de que las muestras tomadas -y enviadas a un laboratorio- confirmen que los restos corresponden al navío hundido en el siglo XVII con una valiosa carga de oro y plata.

Mientras recibe los resultados, la empresa «está finalizando» un informe que será remitido al gobierno británico. Con la confirmación o el desmentido de la identidad del pecio en la mano, un segundo informe será enviado «al Gobierno de Su Majestad y al Gobierno Español», tal y como quedó establecido en la nota verbal inicial que publicó el Ministerio español de Asuntos Exteriores el 28 de julio de 2005.

Sensibilidades regionales

En la misma nota, la empresa americana se hace eco de la decisión del Ejecutivo español de exigirle la suspensión inmediata de las actividades al no contar con un experto de la Junta de Andalucía a bordo durante todo el proceso de investigación, tal y como se exigió en el permiso expedido por Asuntos Exteriores. OME afirma que ha cumplido, «como siempre», con las apropiadas autorizaciones que necesita para trabajar en aguas internacionales. Además, critica las «sensibilidades regionales» andaluzas, que «no son consistentes» con las discusiones diplomáticas que se llevaron a cabo inicialmente.

A su juicio, el problema surge cuando la Junta de Andalucía no asignó un funcionario para esta misión, pese a que la empresa firmó unos acuerdos de cooperación con las autoridades españolas «hechos sin perjuicio de ninguna reclamación jurisdiccional relativa al estatus territorial de las aguas».

Por ello, la decisión comunicada ayer por el departamento de Miguel Angel Moratinos «parece ser una contradicción» fruto, a su juicio, de la «contradicción resultante de la ambigüedad y posibles desinformaciones relacionadas con cuestiones jurídicas».

Buenas intenciones

Sin embargo, en las declaraciones de los americanos se entreve un poso de buenas intención. Con el fin de mantener la «cooperación» que hasta ahora ha tenido con el Gobierno español, la empresa estadounidense anuncia que está lista para «entregar de nuevo» el proyecto arqueológico a Asuntos Exteriores a través de los cauces diplomáticos. «Además, se ha enviado de nuevo una invitación para tener a un experto de (la Junta de) Andalucía en la expedición», se añade.