«Me han extirpado un pecho por su culpa»
Actualizado: GuardarRosario Lema vive junto a su marido y su hijo en una de las viviendas de la calle Capote, contigua al bloque de edificios del número 18, donde se encuentra una de las dos antenas instaladas. Hace dos años, le fue detectado un cáncer de mama en su pecho izquierdo y meses después, en junio, le fue extirpado. Rosario lo tiene claro, «aunque los médicos no quieren certificarlo, el origen de mi enfermedad está en las antenas de móviles que están junto a mi casa, me han extirpado el pecho por su culpa». Tras la intervención, su recuperación parece ser favorable aunque en ocasiones «sufro un dolor en la zona afectada que es muy probable que sea de las emisiones, ya que cuando no me encuentro allí, esto desaparece», recuerda. Asimismo, Rosario tiene constancia de que «hay muchas personas que viven en los bloques que también están enfermos, pero, en ocasiones, el dinero es muy goloso y prefieren sacrificarse».