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Crece el número de pacientes que buscan remedio al dolor en la terapia de acupuntura del Hospital

Se trata de un método no invasivo con buenos resultados para personas con cefaleas, neuralgias y problemas musculares

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Paliar el dolor crónico y severo, sea de la naturaleza que sea, es el principal objetivo de la Unidad del Dolor, un servicio del Hospital Universitario Puerta del Mar que ofrece mejorar la calidad de vida de los pacientes aplicando diversos tipos de técnicas. Las personas que acuden a este servicio -unas 30 diarias- presentan cuadros de dolor crónico que no remiten con los tratamientos recomendados por los médicos de cabecera.

La acupuntura es un método sencillo, no invasivo ni destructivo que ha comenzado a aplicarse en la unidad una vez a la semana. Se utiliza en enfermos con cefalea, neuralgia, dolores óseos y musculares. Debido a sus buenos resultados la demanda ha crecido mucho, hasta tal punto que los profesionales del servicio han solicitado una consulta diaria de acupuntura.

El 30% de los pacientes que se someten a una laminectomía (una operación de espalda) padecen dolores neuropáticos intensos, que afectan a los nervios y tienen un tratamiento complejo. Para mejorar su estado, los facultativos de la Unidad del Dolor les aplican inyecciones de toxina botulímica, que ayudan a relajar los músculos de la espalda. O bien optan por la estimulación medular.

Este método consiste en insertar un cateter eléctrico en la médula espinal (a la altura de la zona afectada) conectado a un generador que produce impulsos eléctricos y bloquea el dolor. No se trata de un sistema curativo, pero supone una gran mejoría para el enfermo, que debe someterse a revisiones mensuales.

En pacientes con dolor de espalda o ciáticas severas, la Unidad del Dolor aplica también otra técnica que consiste en colocar un tubito de plástico en la médula conectado a una bomba de infusión que se inserta bajo la piel del abdomen y libera morfina en dosis muy pequeñas. La gran ventaja es que el fármaco llega directamente a la médula y no provoca efectos secundarios, según explicó el jefe del servicio, Luis Miguel Torres. El paciente acude a revisiones bimensuales para reponer la carga de morfina pero no tiene que tomar pastillas ni ponerse inyecciones.

En ocasiones las personas con parálisis cerebral o que han sufrido accidentes de tráfico padecen espasmos dolorosos. Mediante la misma técnica de la bomba de infusión se les aplica un fármaco llamado Baclocén que elimina los espasmos y en muchos casos les permite volver a caminar y retomar la actividad laboral.

No a la migraña

La mayoría de las personas que sufren migrañas y cefaleas graves casi a diario no responden a los analgésicos porque se han vuelto resistentes a ellos. Por eso muchas deciden someterse a tratamientos preventivos a base de medicamentos e inyecciones de toxina botulímica, que evitan la aparición del dolor.