El escaño canalla
George Galloway, ultraizquierdista del Parlamento británico que dice haber usado sus dotes políticas en 'Gran hermano', ha sido expulsado y tachado de traicionero
Actualizado:El honorable diputado en la Cámara de los Comunes George Galloway era protagonista en la mañana del miércoles de dos titulares en la prensa británica. El primero decía que la Oficina de Graves Fraudes está investigando su posible beneficio comerciando con el petróleo del Irak de Sadam Hussein, a quien visitó varias veces para mostrarle, ante las cámaras, su «admiración por su lucha sin descanso». El segundo señalaba que el Tribunal Supremo ha rechazado un recurso presentado por el Daily Telegraph contra una sentencia anterior que falló a favor de Galloway después de que el periódico le acusara de beneficiarse con el comercio de petróleo de Irak. Esa noche, un tercer titular decía: «El diputado George Galloway es expulsado de Gran hermano».
El hombre no daba muestras de cansancio tras un día tan intenso. Durante un mes, no se ha enterado de lo que ocurría en el mundo ni ha votado en el Parlamento. Estaba en el popular programa de televisión, donde estuvo cerca de ser despedido en la primera ronda.
«Hermanos y hermanas»
Cuando finalmente fue expulsado, reconoció su fracaso. Había intentado unir en torno a un objetivo común a los participantes en el programa -una modelo erótica, un ex baloncestista de la NBA, un travestido, dos músicos pop, actores y personajes de la televisión-, que le observaban con visible desidia cuando se dirigía a ellos como camaradas de combate. «Hermanos y hermanas », les decía en la entradilla de sus peroratas.
Fumaba constantemente enormes puros, bailó ataviado con leotardos, se arrodilló y lamió la mano de una actriz en un juego de rol en el que eligió el papel de gato. Y, en un momento de asueto individual, leyó el Manifiesto Comunista, de Karl Marx.
Galloway era ya un personaje. Tras ser expulsado del partido Laborista, ganó en las últimas elecciones un escaño en el este de Londres apelando al voto musulmán en una coalición -bautizada como Respeto- impulsada por un partido trotskista.
Los participantes en Gran hermano le han acusado de ser falso, traicionero y capaz de recurrir a la brutalidad verbal para intimidar a los más débiles. Galloway se ríe de todo eso. Y dice que ha querido llevar la política a otras esferas, extender quizás la llama de la revolución.