Uno que viene...

La primera cara es de sorpresa. Luciano Vella esperaba una llegada tranquila y casi de incógnito, pero los nuevos fichajes del Cádiz ya levantan una expectación propia de la Primera División. Varios periodistas lo reclamaban en el aeropuerto de Jerez para recoger sus primeras palabras en España, al tiempo que todos los viajeros lo miraban incrédulos preguntándose con quién habían tenido el gusto de viajar. Es normal. Ahora mismo, el argentino está consagrado en su país de origen pero es un auténtico desconocido para el público español.

El Cádiz ha llegado a un acuerdo verbal con el carrilero aunque todavía tiene que firmar el contrato. Hoy pasará el reconocimiento médico a las once de la mañana y el domingo o el lunes comenzará a entrenar con su nuevo equipo. Al final, sólo queda aclarar cuánto tiempo quedará ligado a la entidad gaditana.

El abogado del representante, Fernando Barede, que lo daba todo por cerrado aunque «en el fútbol no se sabe nada hasta que se estampe la firma», señala que el jugador firmará hasta junio de 2009 (tres temporadas y media). No obstante, Antonio Muñoz sigue insistiendo en que estará cuatro temporadas y media, y que más adelante explicará la fórmula del contrato. Lo seguro es que la cifra pagada por el club amarillo ronda el millón de euros, un gran desembolso pese a que se trata de un defensa. Ayer, Vella aterrizaba en la provincia muy cansado, después de 26 horas de vuelo. Lo esperaba Antonio Puche y su amigo Pavoni, con quien coincidió en el Newell's. Los dos argentinos guardan una gran amistad. Matías vivió ayer un día extraño, pues recibía a un viejo amigo a la par que su inseparable Raúl Navas ratificaba su intención de marcharse a otro equipo.

Ilusión por salvarse

Vella se mostraba «muy contento de haber venido por fin al Cádiz. Llego con la ilusión de hacer un buen rendimiento y ayudar al equipo para que no vayamos al descenso». El lateral es muy concreto en sus afirmaciones, con un discurso que parece estudiado y unas declaraciones que no se salen de la línea de lo futbolísticamente correcto.

Cuando le preguntan por su forma de actuar sobre el terreno de juego, señala que «soy un jugador con mucho sacrificio al que le gusta incorporarse al ataque. El objetivo es hacer lo que hice en Argentina, aunque aquí es muy complicado porque el nivel es superior».

Tal como señalaba LA VOZ en la edición de ayer, él ha sido el gran responsable del fichaje. «Las negociaciones han sido muy duras porque el Newell's Old Boys no quería soltarme. Pero yo lo tenía muy claro. Había cumplido un ciclo con este equipo (con el que incluso fue campeón) y creía que era el momento de dar el salto a Europa». El club de Rosario «puso algunas trabas. Primero se hacía, luego no se hacía,... Ahora está prácticamente cerrado, sólo hay que arreglar algunos flecos».

Luciano Vella ha intentado ponerse al día de todo lo que está relacionado con el Cádiz. Por supuesto, sabe que estará «como en casa. En este equipo hay muchos sudamericanos, muchos argentinos. Ya conozco a Limia, Lobos, Pavoni, Berizzo y Luis Soler. Estoy ansioso por conocer a mis nuevos compañeros».

Muy bien físicamente

No pudo ver el encuentro del miércoles ante el Espanyol, «ya que estaba viajando». Eso sí, no se perdió el choque que enfrentó a su nuevo equipo con el Real Madrid. «Jugaron un gran partido. Se nota que es un buen equipo con grandes jugadores para lograr quedarse en Primera».

Sabe que «la permanencia es una empresa complicada y estaremos luchando para no bajar. yo vengo para ayudar».

Vella asegura que llega al Cádiz en un excelente estado de forma. «He estado haciendo una pretemporada durísima con el Newell's (comenzaban este domingo el campeonato) y ya estoy a disposición del míster». Al igual que Lobos, Espárrago le dará minutos de inmediato ya que su posición es la que ha mostrado más carencias en lo que llevamos de Liga.