El etarra que se benefició de un despiste judicial
Actualizado: GuardarAsier Quintana Zorrozua, Mario, ha disfrutado durante más de diez años de un clamoroso descuido de la Audiencia Nacional que permitió la reincorporación a la lucha clandestina de varios activistas de ETA. En junio de 1995 fue puesto en libertad por haber agotado el plazo máximo de cuatro años de prisión preventiva sin ser juzgado. A los 23 años, Quintana cayó en una trampa de los servicios antiterroristas que suplantaron durante un año a un agente amenazado por ETA. Fue detenido por los GEO el 6 de junio de 1991 en Baracaldo.