Rajoy da por superada la crisis provocada por Piqué en el PP
Dirigentes del partido creen que el conflicto se ha cerrado en falso
Actualizado:El presidente del PP, Mariano Rajoy, necesitaba cerrar la crisis abierta el martes por el presidente de su partido en Cataluña, Josep Piqué, y los barones autonómicos le ayudaron a cimentar la cohesión interna con un cierre de filas unánime. Los presidentes regionales y autonómicos del PP, en una larga sesión de trabajo, se mostraron convencidos de que la unidad interna es imprescindible para superar el debate estatutario y se conjuraron para defender un discurso único en contra de la propuesta catalana.
Sin embargo, lejos de ver una solución en el encuentro de Rajoy con Piqué, que frustró la anunciada dimisión del político catalán, dirigentes del PP consideran que el conflicto se ha cerrado en falso. Debido a «las circunstancias del momento», admiten que sería muy gravoso para el partido el abandono de su presidente en Cataluña, pero están convencidos de que las discrepancias permanecen y el problema subsiste.
«Pensamos todos igual»
El líder de la oposición compareció tras haber escuchado a los dirigentes territoriales y jefes de gobiernos autonómicos de su partido a lo largo de seis horas, y la recuperación de la paz interna le permitió dar por zanjado el conflicto y asegurar que tanto él como «Piqué, Acebes y Zaplana pensamos todos igual». A partir de ahí, se negó a ofrecer más detalles de su entrevista con Piqué.
Rajoy prefirió resaltar la iniciativa de su partido para instar la celebración de un referéndum y volver a criticar la propuesta de Estatuto pactada por Zapatero y Mas. Insistió en que es inconstitucional e insolidaria, vulnera la igualdad entre todos los ciudadanos y atenta contra la soberanía del pueblo español. Los dirigentes autonómicos estuvieron plenamente de acuerdo con el discurso oficial de rechazo a la propuesta estatutaria y dedicaron buena parte de su reunión a criticar el modelo de financiación que recoge el texto. Piqué también criticó la fórmula prevista en el nuevo Estatuto catalán para calcular las inversiones del Estado pero además de sumarse a las tesis oficiales, pidió «comprensión» a sus compañeros para la difícil posición en la que se encuentra en Cataluña, donde tiene que rechazar una propuesta que ha votado el 90 por ciento del Parlamento.