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Juan Miguel Vega novela el suceso de las estampidas en 'La Madrugá' sevillana de 2000

EFE/SEVILLA
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El periodista sevillano Juan Miguel Vega recoge en La Madrugá (Signatura) «la estampida» que tuvo lugar en la Semana Santa de Sevilla del año 2000 y novela este acontecimiento en una historia urbana en la que reflexiona sobre «la indolencia de la ciudad al olvidar esta conspiración».

Juan Miguel Vega (Sevilla, 1962) es periodista de profesión y ha querido novelar el suceso que tuvo lugar La Madrugá del año 2000 en una historia urbana que quiere permanecer «alejada de los tópicos de la capital» y protagonizada por un periodista, un policía, una prostituta y un toxicómano, todos caracterizados por ser gente desengañada», según explicó el autor sevillano.

La idea de este libro surgió a su creador tras escribir varios reportajes sobre el acontecimiento de Semana Santa y percatarse que existían «incógnitas y evidencias que señalaban que la tesis oficial no se sostenía».

«He huido de la Sevilla tópica y manía», dijo Vega, porque Sevilla «es más que todo eso», y ha apostado por enlazar con la ficción las hipótesis que se dieron del asunto; una basada en un informe de la policía, que explicó que la estampida tuvo lugar en varias calles de la ciudad, versión que contradice el informe del Consejo de Cofradías.

Indolencia

Vega reflexiona sobre la «indolencia» de la ciudad al olvidar este hecho de la Semana Santa de Sevilla, ya que según el autor «desconocemos lo que ocurrió, bien, porque no se encontró la clave, o porque no se ha querido divulgar». Según Vega, el toxicómano de la novela representa al única detenido en la noche de Semana Santa del 2000, «fue cabeza de turco de los hechos» ya que en la misma se detuvo a un individuo por empuñar una pistola, aunque al tiempo el propio policía que lo arrestó se retractó.

A través de la prostituta el periodista llega a averiguar la verdad de los acontecimientos, «pero no puede contarlo». En ese sentido, Vega considera que es un libro «pesimista» porque no llega a aclarar los hechos y deja la última palabra al lector.

Vega señaló que a Sevilla «le hace falta una literatura que vaya más allá de los tópicos porque esta ciudad tiene características de urbe europea para poder tener su propio estilo».