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Así nos lo agradecen

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El anónimo cadista se tragó más de 8 horas de autobús hasta ser desembarcado, junto a otros cinco mil, en la capital de esta Nación de Naciones. Su único dilema fue escoger una u otra concentración, esto es, la convocada en la peña kilómetro 0 - Cádiz 2 o la existente en la pequeña calle Cádiz. Tras una hora de un partidazo histórico que contaremos a nuestros nietos, sólo un fallo de patio de colegio permitió a los galácticos encarrilar un partido que tenían perdido. Da igual. Con volver de vacío ya contábamos de antemano, pero, una vez mas, dejamos perplejo a todos por el espectáculo de las gradas.

Sin embargo, alguien debería recapacitar sobre lo vivido el pasado sábado. Y lo digo porque esta santa hinchada fue objeto de una gravísima falta de respeto tres días antes. Habíamos rezado para que nos tocara, bien el Real Madrid por aquello del taquillazo, o bien el Español por tener bastantes posibilidades de lograr la gesta de colarnos en las semifinales de la Copa del Rey. Pero hubo quien despreció la ayuda de la Diosa Fortuna. Bajo la demagógica excusa de reservarlos para el Bernabeu, los hombres más en forma de la escuadra cadista vieron el partido desde las gradas y ocurrió lo que ocurrió. Ese chaval que había pedido al padre el dinero de la entrada, ese adulto que abandonó antes su puesto de trabajo o las mencionadas cinco mil personas que viajaron para que sus ídolos no estuvieran solos en Madrid no pueden recibir una bofetada como la alineación del pasado miércoles. Ya bastante tuvieron con el desastre de la fiesta del ascenso para que ahora, dicho muy clarito y bien alto, alguien decida entregar la eliminatoria de la Copa del Rey antes de empezar a jugarla. Y es que al final, como decía el amigo Miguel Alfaro al lamentarse de este borrón en la brillante labor de Espárrago, a la hora de comprar una entrada cada vez que juegue el Cádiz el torneo del KO, vamos a tener que mirar antes cuál es el cartel, porque, hoy por hoy, nos venden una terna de lujo y nos echan una novillada.