Olmert asegura que Israel debe salir de los territorios donde viven los palestinos
El primer ministro en funciones dice que aplicará la Hoja de Ruta para establecer fronteras permanentes
Actualizado:El primer ministro hebreo en funciones, Ehud Olmert, presentó anoche su programa de Gobierno en el que destaca su intención de aplicar la Hoja de Ruta con el fin de establecer las fronteras permanentes de Israel con una Jerusalén «unida» como capital, si Kadima vence en las elecciones del 28 de marzo. Para ello, aseguró, se deben abandonar los territorios ocupados por palestinos.
Olmert habló en la sesión de clausura de las jornadas que cada año celebran los políticos israelíes más importantes en la ciudad de Herzliya, al norte de Tel Aviv, en el que fue su primer discurso político desde que el día 4 relevó a Ariel Sharon, convaleciente en el hospital.
El jefe de Gobierno provisional elaboró su intervención a partir de dos borradores, uno escrito por sus asesores más próximos y otro redactado por él mismo hace una semana. Posteriormente fundió los dos textos en uno y anoche lo leyó sin permitirse improvisaciones ni apartarse del guión, en contra de lo que es habitual en él, lo que indica la importancia que concedía a cada una de sus palabras.
Después de anunciar su intención de continuar con la política de Sharon y de aplicar la Hoja de Ruta si cesan los ataques de las milicias palestinas, resaltó la necesidad que tiene Israel de establecer unas «fronteras permanentes» que garanticen la mayoría judía del Estado.
Para ello será necesario desprenderse de la población palestina de Cisjordania mediante «concesiones territoriales», aunque Olmert recalcó que los grandes bloques de asentamientos permanecerán para siempre como parte integrante de Israel.
«Una mayoría judía no es compatible con el control continuado de la población de Cisjordania. Para disponer de una patria, no podemos seguir teniendo en nuestro poder las zonas donde vive una gran parte de población palestina. Al final, Israel controlará los territorios que necesitemos para preservar nuestra seguridad, los bloques de asentamientos y los lugares que tienen un valor supremo para el pueblo judío», dijo.
En referencia a las elecciones, el primer ministro en funciones echó un cable al presidente Mahmud Abbas (Abú Mazen) al pedir a la población de Cisjordania y Gaza que se muestre «moderada» para no seguir sufriendo en manos de los «extremistas», en una clara referencia a Hamas.
Hamas, la incógnita
Algo más de 1,3 millones de votantes tienen derecho a acudir a las urnas para elegir a los 132 diputados del Parlamento palestino, en las segundas elecciones legislativas que se celebran en Gaza y Cisjordania, y en las primeras en las que compiten dos grandes fuerzas.
La gran incógnita de estas elecciones se despejará con el recuento de las papeletas que dictamine qué representación obtiene Hamas y sobre todo si en ulteriores negociaciones la formación fundamentalista se integra en el Gobierno o permanece en la oposición.
En cualquier caso, el mapa político será muy distinto al que conocíamos hasta ahora pues desde las elecciones de 1996 Fatah ha obrado sin ningún tipo de oposición, enemistándose con una buena parte de la población a causa de su ineficacia, la corrupción y la incapacidad de lograr un acuerdo para recuperar los territorios ocupados.
Dirigentes de Hamas dijeron ayer que su intención es integrarse en el Gobierno para formar uno lo más amplio posible. Pero aun en el caso de que el grupo radical no entre en el Ejecutivo, su mera presencia en el Parlamento, que será sustantiva, calificará a los fundamentalistas para hacer un seguimiento y una oposición a la política de Fatah que hasta ahora no ha existido.