Sara Baras ofrece hoy en Barcelona el estreno español de 'Sabores'

Sara Baras ofrecerá hoy en Barcelona el estreno español de su nuevo espectáculo Sabores, una creación en homenaje a su madre y primera gran maestra, Concha Baras, que cierra su trilogía dedicada a los distintos palos del flamenco, en la que no interpreta «a nadie» y hace lo que le «sale de dentro».

La bailaora vuelve al Festival del Milenio de Barcelona para interpretar Sabores entre el 25 y el 29 de enero en el Barcelona Teatro Musical, un espacio con capacidad para 12.440 personas, con casi todas las localidades agotadas. Baras se ha mostrado «impresionada» con la «manera especial con la que responde el público de Barcelona» a sus espectáculos, ciudad a la que volverá en mayo durante tres semanas con este mismo proyecto, pero en esta ocasión en la cartelera del Teatro Tívoli.

La artista trae consigo una actuación que tuvo su estreno mundial en el Teatro de los Campo Elíseos de París y que por primera vez tendrá su gira latinoamericana por Argentina, Chile, Ecuador y Uruguay en abril, arrancando en el Teatro de la Opera de Buenos Aires.

«Superlujo»

Cuenta con un cuerpo de baile de nueve bailarines para los distintos cuadros con la colaboración, que ha tildado de «superlujo», de José Serrano y Luis Ortega, bailaores con los que interpreta A fuego lento, la coreografía que eligió para conmemorar el Día Internacional de la Danza.

El espectáculo tiene música original, con una colaboración especial de José Carlos Gómez, interpretada en directo por seis músicos, dirigidos por José María Bandera, en la que intervienen dos guitarras, dos voces, un violín y un abanico de percusiones.

Baras se arranca con un «martinete» tradicional en el que «hay poca música y se interpreta con los pies, con letras muy improvisadas» que baila sola, vestida con pantalones y zahones, especie de mandil de cuero que se utiliza para montar a caballo.

Ortega interpreta también en solitario una «seguiriya», un palo «muy serio -ha dicho el bailaor- un guiño al pasado, un viaje en el tiempo» en el que incorpora las castañuelas, «ya olvidadas, sobre todo en los intérpretes masculinos». Serrano protagoniza un solo por alegrías en el que baila una alegría de Córdoba y después una de Cádiz, emulando, tocado con un sobrero cordobés, a los bailaores antiguos.

Baras ha hecho «un viaje en el tiempo» y ha mezclado en él «la manera de hacer de hoy, con nuestro corazón y nuestra cabeza» para un espectáculo en el que «nos acordamos de los maestros» y muestra «tal y como creemos que se baila».

El último número del espectáculo es la Bulería de Concha una bulería dedicada a su madre, Concha Baras, su primera maestra de baile en la escuela de San Fernando, en la «que hablo de ella» en una «experiencia nueva para la que he buscado movimientos y detalles que me gustan».

Baras ha explicado que «vuelve a adoptar movimientos antiguos» y que bailar por bulerías «me apetecía, entro directamente en ellas en lugar de bailarlas acabando otro palo».

Sabores tiene catorce números «unidos el uno con el otro», fusionados tanto la música como el baile, catorce momentos de distinto color en la luz y en vestuario para «dar el sabor de cada palo del flamenco», y «cortitos» porque a veces los flamencos «somos muy pesados y los números se convierten en una eternidad».

Nuevo espectáculo

Tras esa trilogía «sin argumento», la bailaora gaditana ha anunciado ya en la rueda de prensa de presentación de este estreno español de Sabores que «nos meteremos en otro montaje con argumento para el que estamos buscando personaje».

La bailaora de fama internacional se ha lamentado de que «a veces en España olvidamos que el flamenco es nuestro y que sale de aquí» y que «este país debería hacer un poquito más por el flamenco, con escuelas y maestros para ayudar a la gente joven».