Vulcano aspira a cerrar este mes con Navantia el contrato de dos quimiqueros para Puerto Real
El astillero vigués confirma que la negociación está «casi terminada» y que el acuerdo es «inmediato» El popular Jesús Mancha sostiene que los cascos se construirán en la Bahía pero el interior en Sestao
Actualizado: GuardarNavantia y el astillero privado Factorías Vulcano están a un paso de cerrar el contrato para la construcción de dos quimiqueros en la factoría de Puerto Real. Fuentes de la empresa viguesa confirmaron ayer a este periódico que la operación está prácticamente terminada y que la compañía pública militar es la «única» interlocutora que han tenido en esta negociación.
El acuerdo comercial contempla la fabricación en Matagorda de los cascos y la estructura principal de estos buques de transporte de productos químicos, mientras que la adjudicación de la habilitación y el equipamiento está aún en el aire. El objetivo inicial de las conversaciones era que esta carga de trabajo revertiera en la industria auxiliar de la Bahía, que se vería beneficiada ante la escasa participación que tiene en los actuales proyectos de Defensa: un Buque de Aprovisionamiento en Combate, diez lanchas de desembarco, cuatro Buques de Acción Marítima y las ocho patrulleras previstas para el Gobierno de Venezuela.
Dos trámites
La peculiaridad de esta negociación es que se desarrolla a tres bandas, ya que primero debe cerrarse el contrato entre Factorías Vulcano y el armador, y, posteriormente, el acuerdo entre la empresa viguesa y Navantia. Según explicaron las mismas fuentes, el astillero pontevedrés prevé conseguir hoy mismo las «garantías del contrato» para construir los quimiqueros (la validez jurídica), de forma que mañana entre ya en vigor. Una vez superado este trámite, «el contrato con Navantia debería ser inmediato porque aunque no está firmado, sí está acordado y muy ultimado», por lo que los empresarios aseguran que esta rúbrica podría producirse a partir de la próxima semana.
Este proyecto, de elevada complejidad técnica y que requiere de una gran infraestructura y maquinaria, sería la primera carga de trabajo civil que recibiría la Bahía de Cádiz después del nacimiento de Navantia, en marzo de 2005. Esta circunstancia se debe a que la compañía pública sólo puede destinar el 20% de su facturación global a este ámbito- según la limitación impuesta por la UE como parte del acuerdo de segregación de Izar de diciembre de 2004-, por lo que previamente debe acumular una cantidad de contratos militares con valor suficiente para poder asumir una obra civil de esta envergadura.
Precisamente, el diputado nacional del PP Jesús Mancha mostró ayer su incredulidad sobre las posibilidades de la industria auxiliar para obtener esta segunda parte del proyecto. Según las declaraciones del dirigente popular en Puerto Real, el casco de los buques sí se construirá en el astillero portorrealeño, pero advirtió de que la habilitación podría hacerse en el astillero de Sestao, que actualmente está en proceso de venta. Aludiendo a una información publicada en un medio asturiano, Mancha aseguró que Factorías Vulcano pretende hacer un «chantaje» con esta carga de trabajo para conseguir la adquisición del astillero vizcaíno, cuyo destino despejará la Sepi entre febrero y marzo junto al de los centros de Sevilla, Manises (Valencia) y Gijón (Asturias).
Proyecto de Venezuela
Igual de escéptico se mostró el diputado popular al hablar de las patrulleras contratadas por el Gobierno venezolano al señalar que «la tecnología y la patente son de EE UU», país que ya se ha manifestado en contra. Ante esta situación, Mancha declaró que no veía «ningún indicio claro» para la construcción y que el cambio por tecnología de otro país, «ya sea Holanda, Italia o Francia, será mucho más caro».
Mancha tampoco pasó por alto la única construcción que hasta el momento está comprometida en Matagorda: el Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC). En primer lugar criticó a los dirigentes socialistas por «hacer suya una construcción que ya estaba diseñada desde hacía dos años», mientras que censuró que no haya plazos de finalización. En este sentido auguró que los trabajos en el BAC no comenzarán en el 2007 y manifestó su esperanza de que no «estén entreteniendo el trabajo durante 10 ó 12 años».