Cartas

Los kilos que hemos ganado

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Vuelta al gimnasio porque el turrón, los pestiños y los polvorones que nos hemos zampado dieron la cara y, en un par de meses, tenemos la vuelta a la playa. Y es que en la industria de la alimentación existe actualmente un variado uso y abuso de modernos procedimientos químicos que pretenden satisfacer superficialmente los gustos del consumidor a costa de otras necesidades esenciales. La presentación, color, sabor y aspecto externo de los productos prima sobre el contenido nutritivo.

Los alimentos, expuestos a la contaminación biológica, se ven así sometidos a un tipo de contaminación muchísimo más grave y sutil: la química. Ésta se debe tanto a la propia contaminación del medio ambiente, como al empleo de sustancias aditivas en los alimentos.

Los huevos frescos son interiormente estériles, pero la cáscara puede verse afectada de restos fecales. Ciertos organismos penetran así en el huevo si la cáscara está rota. Ni la carne ni la leche contienen apenas microorganismos; estos productos pueden ser contaminados en las fases de tratamiento y venta.

Millones de muchachos crecen contemplando los anuncios de la televisión y creyendo sus mensajes; se trata de otro tipo de contaminación: la televisiva.

Porque en mi entorno familiar existieron detallistas de mercados, puedo asegurar que algo pasa y pongo como ejemplo las frutas. He de reconocer que visitar un mercado de abastos es todo un espectáculo de colorido. Nunca habíamos visto unas berenjenas tan bonitas, pimientos tan gordos, etc... que encontramos en todas las épocas del año cuando, antes, había que esperar su fecha; por ejemplo, la sandía que, como recordaremos, siempre la adquiríamos con el temor de que nos saliese blanca; hoy todas las sandías salen colorás. Sí, sí, todo muy hermoso y bonito, pero ¿y el sabor de antes?

De todos modos, sigue siendo la fruta el postre más recomendado hoy, enriquecido el sector con las variedades tropicales que desde distintos puntos de Andalucía nos llegan y, más cerquita, las frescas verduras que nos ofrecen las huertas de Conil o Chiclana.

He preguntado sobre qué alimento es el mejor para el verano y todos coinciden en algo tan español como el gazpacho, que sigue siendo de lo más saludable y exquisito.

Antonio Martínez Vargas. Chi- clana