Grano en el trasero

El Cádiz juega mañana uno de los partidos más importantes de la temporada, de su historia, diría yo. Casi tanto como el del pasado sábado en el Bernabéu, aunque algunos lo consideren ya un mero trámite para el Espanyol después del 0-2 de la ida. Cierto es que ese resultado es un obstáculo importante, pero no insalvable. Que se lo digan al Getafe, que le endiñó cinco golazos el domingo. Qué puñeta, que se lo digan al Cádiz, que ya ganó allí precisamente por 0-2 con el equipo de Chapín. ¿Por qué no va a poder hacerlo ahora con un once totalmente renovado que ya le ha ganado al Getafe, al Málaga, le metió tres al Sevilla y puso contra las cuerdas a toda la galaxia?

Ah, ya, ya. Ahora caigo. El problema está precisamente ahí. En la alineación que saque Espárrago en Montjuic. La cuestión es saber si el uruguayo apostará por los buenos o volverá a utilizar la Copa para dar minutos a los jugadores que menos le convencen, como si se tratara de partidos de pretemporada en pleno mes de enero. Por desgracia, mucho me temo que así será.

Y es que da la impresión de que para Don Víctor, el torneo del KO es como un grano en pleno trasero. Una incomodidad que desvía la atención de lo que considera el único objetivo del Cádiz, la permanencia. Y me van a disculpar la insistencia: El Cádiz está tan obligado a pelear por seguir en Primera como a intentar llegar lo más lejos posible en la Copa.

Lo ideal para ello es contar con 25 jugadores en plenitud de facultades. Pero si no puede ser así, pues a repetir con los que mejor estén domingo, miércoles y domingo, que estamos hablando de profesionales, de atletas que tienen que estar preparados para eso y mucho más. Para un equipo como el Cádiz, llegar a la final de la Copa supone jugar nueve partidos extra durante toda una temporada. Si hay jugadores que no pueden aguantarlo, que se dediquen al parchís.

Y mañana, sobre el campo, los Medina, Benjamín, Nenad, Bezares y compañía. Con un par. Y reventamos de una vez el grano colándonos en semifinales.