Un bosque en la vanguardia del arte
Campo Baeza presenta en Diputación el proyecto de ampliación de la Fundación MNAC
Actualizado:El más ambicioso proyecto site-especif de la Fundación Montenmedio Arte Contemporáneo (MNAC) rezuma alma gaditana y prestigio internacional. Alberto Campo Baeza (Valladolid, 1946), arquitecto venerado y artista único en su insólita sencillez, es la firma que dará cuerpo a la ampliación del más importante parque de esculturas de Andalucía. Continuando la estela que ya siguieran otros grandes como Sol LeWitt u Olafur Eliasson, el artista de los planos y escalas también se trasladó a la dehesa para encontrar inspiración entre el bosque de pinos, acebuches y alcornoques. Su creación será algo más que una escultura: un edificio donde albergar las nuevas salas, oficinas y estancias de lo que será uno de los museos más rompedores de Europa.
White Straigh, la larguísima línea blanca que atravesará los árboles en un perfecto diálogo con la naturaleza, significará el empuje definitivo para una institución que ha colocado a Cádiz en la vanguardia del arte contemporáneo europeo sellando para el futuro la cooperación entre instituciones. Ayer sus detalles se presentaban en la sede de la Diputación Provincial, gestora del programa Cultur-Cad por el que se financiará una buena parte de la obra.
«Presentamos este proyecto de ampliación en el momento en el que la Fundación se consolida con su quinto aniversario. En este tiempo, la MNAC se ha convertido en una visita ineludible si se quieren conocer las nuevas tendencias del arte contemporáneo, también en un referente europeo en arte específico», explica Jimena Blázquez, directora del patronato de la institución, para quien la colección, que se ha ido formando con el trabajo de artistas consagrados y emergentes, «pedía ya una ampliación de las infraestructuras hasta ahora basadas únicamente en los barracones militares que existían previamente en el terreno».
«Desde el principio pensamos en Campo Baeza como hacedor del proyecto no sólo por su vinculación con Cádiz, sino por ser uno de los arquitectos más importantes del momento. Su sencillez y estilo de líneas tan en consonancia con la magnificencia de sus obras nos parecían adecuados para un proyecto en el que debía tenerse en cuenta la integración con la fauna y la flora, así como los juegos de interior y exterior, de luces y sombras», explicó Blázquez que considera el proyecto inicial como una «arquitectura muy silenciosa, adaptada perfectamente a la topografía del terreno».
Con un plazo de ejecución que comenzará a principios de verano y se alargará hasta 2010, el nuevo edificio albergará tres salas de exposiciones temporales, una biblioteca, varios talleres para artistas, un área de servicios y un auditorio. Todo ello insertado en la verticalidad de una obra que se deslizará por la dehesa convirtiendo ese lugar entre la montaña y el mar en uno de los rincones para el arte más rompedores del mapa Europeo. Un lugar que vuelve a colocar a la provincia en la «vanguardia cultural» que nunca debió haber abandonado.
Cádiz y la Historia
«Cádiz es universal hasta la médula», reivindicó el arquitecto que considera la idea de crear una institución tal en la provincia «propia del entendimiento profundo que Jimena Blázquez tiene de esta realidad». «A veces la gente se olvida lo que Cádiz ha significado en la Historia de la humanidad. Se olvida de la importancia de esos sarcófagos tan bellos, de la trascendencia de haber sido cuna de la libertad», aseguró el creador.
Vallisoletano de nacimiento aunque gaditano de corazón -«casi he nacido en el Campo de las Balas»-, Campo Baeza llamo la atención sobre la entidad de un museo «que sólo podrá estar hermanado con instituciones de la talla del MoMA de Nueva York».
«Cádiz tiene que reconocerse una y otra vez a sí mismo porque su importancia llevó a que algunos de los grandes genios de la historia, como Haydn o Goya, crearan para él. Este museo viene a sumarse a esto. No es una idea simpática sino una acción que viene a subrayar la universalidad de este lugar», afirmó.
«Una línea blanca que cruza el campo andaluz», el arquitecto quiso incidir en la relación entre construcción y paisaje que se establece «a través de los elementos más sencillos: patios, muros blancos y tapias que, de norte a sur y, como el muro de Pescile, permitirán que se pasee a la sombra en verano por su cara norte y al sol en invierno en su cara sur». «Serán dos tapias paralelas y cruzables que van subrayando el terreno. Así se irán creando distintos recintos y ocupando parte de esos patios. Los que queden libres se llenarán de plantas», añadió.
Diseñado para su perfecto romance con el territorio, el edificio mantendrá una altura uniforme y jugará con la irregularidad de la topografía «para crear distintas profundidades y espacios altos y bajos».
Creador reverenciado con exposiciones monográficas en el Crown Hall del IIT de Chicago, el Urban Center de Nueva York, la Basílica Palladio en Vicenza o la de Santa Irene en Estambul, Campo Baeza agradeció su participación en el proyecto y el placer de firmar una obra así. «Al igual que uno hace más a gusto unas viviendas sociales que unas para gente rica, diseñar un edificio donde se enseña, comparte y hace entender el arte contemporáneo es algo muy especial para mí». «Aunque suene pomposo, me gustaría que este proyecto sirviera, para mayor gloria de Cádiz y para seguir reconociéndola como asiento de la cultura más profunda», concluyó.
Con una superficie construida de alrededor de 2100 metros cuadrados, el museo no será la única innovación de esta nueva fase del MNAC que, con unos presupuestos totales de cinco millones de euros -1.200.000 aportados desde Culturcad-, reforzará además el Proyecto Educativo de la fundación y la propia colección.
«En estos años han pasado por la fundación alrededor de 10.000 niños y más de 1.000 profesores. Unas cifras que nos animan a continuar con el proyecto pedagógico en el que se diseñará un nuevo programa con material didáctico y edición de publicaciones especializada», explico Jimena Blázquez que anunció además el reforzamiento de la web de la institución como «un museo virtual para aquellos que no puedan desplazarse hasta Vejer».
Nuevos creadores
Animada ya con las obras de artistas de la talla de Roxy Paine, Richard Nonas o Santiago Sierra, la fundación continuará con su ritmo de incorporación de obras que van desde las esculturas al formato vídeo pasando por el dibujo, la pintura, las instalaciones y la fotografía. Entre los creadores que incorporarán sus inspiraciones al bosque de Montenmedio estarán Maja Bajevic (1967 Sarajevo, Bosnia Herzegovina), Adel Abdessemed ( Constantine, Argelia, 1971), Gregor Schneider ( 1969, Rheydt, Alemania), Jesús Palomino ( Sevilla, 1969) y Cristina Lucas (1973, Jaén). «Además vamos a empezar a trabajar con un programa de intercambio de artistas marroquíes, un proyecto que me ha llevado a visitar la muestra que está teniendo lugar en el Palais de Tokio en París», anunció Blázquez.
Para acompañar a la fundación en esta nueva andadura, se ha creado un renovado patronato formado por personalidades del mundo de la política, las artes, la cultura y los medios. Entre ellos, el propio Campo Baeza, así como el presidente de la Diputación, los alcaldes de Vejer y Barbate, Augusto Delkáder, Juan Luis Cebrián, María de Corral, Luis Huete, Bernard Ruiz Picasso, Alanna Heiss o Marina Abramovic. Nuevos nombres para una nueva andadura marcada por una blanca línea que atraviesa el bosque para fundirse con el paisaje. Un entorno de raros espejos, árboles de aluminio y mujeres-bandera blanca en alto donde todo puede pasar.