Sede del Obispado en llamas. REUTERS
está prácticamente destruido

Las lluvias extinguen el fuego que afectó al edificio barroco del Obispado de Tenerife

Apenas queda un retén de cuatro bomberos con dos vehículos vigilando el palacio episcopal

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Las intensas lluvias caídas durante la noche en la ciudad de La Laguna (Tenerife) han contribuido a la extinción completa del fuego que afectó a la sede del Obispado y que prácticamente destruyó este edificio barroco del siglo XVII. Salvador Reyes, oficial jefe del Consorcio de Bomberos de Tenerife, ha informado de que solamente queda un retén de cuatro bomberos con dos vehículos vigilando el palacio episcopal.

Desde las nueve de la mañana, el arquitecto del Obispado y un técnico del Consorcio de Bomberos están inspeccionando los restos del edificio para determinar las causas del siniestro. Las primeras sospechas apuntan a que el incendio, que tardó cinco horas en ser controlado y afectó parcialmente a la Librería Diocesana y a la sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), edificios colindantes, se inició a causa de un cortocircuito en una estufa.

Según declaraciones del obispo, Bernardo Álvarez, el fuego destruyó "todo" el patrimonio artístico que albergaba el edificio, ya que "por la velocidad en la que se extendieron las llamas no dio tiempo a rescatar nada". Álvarez confirmaba que la causa que provocó el incendio que destruyó la Casa Salazar, sede del Obispado, fue el recalentamiento de un enchufe, tal y como se había adelantado. Aun así, el obispo podía informar de que se había salvado la parte más importante del inmueble en la que se encontraban la Cancillería y la Vicaría Judicial.

En este sentido, explicaba que en la primera de las instancias, y gracias al trabajo de los servicios antiincendios, se han salvado de las llamas archivos correspondientes a los últimos 30 y 40 años. Además, en la segunda de las partes del edificio que había logrado sobrevivir al incendio, y en la que estaba situada la Vicaría Judicial, se ha podido rescatar la mayor parte de la documentación, incluidos muchos de los documentos relativos a las nulidades matrimoniales.

El Obispo explicaba también que "la fachada del edificio está intacta pese a la fuerza del fuego, al igual que algunos muros de piedra del interior", pero afirmaba que "todo lo que era de madera ha quedado reducido a cenizas". Al respecto, Bernardo Álvarez señalaba que "lo que se cayó, se cayó ya", y agradeció la "solidaridad generalizada" trasmitida durante estos dos días por parte de instituciones y particulares, que contribuyen económicamente para agilizar la restauración del edificio.

Bernardo Álvarez habló también de la posibilidad de que el Ayuntamiento de La Laguna ceda al Obispado la Casa Anchieta de manera provisional y, aunque agradeció la propuesta, puntualizó que "veremos si es viable y, en cualquier caso, tomaremos una decisión mañana".