La implantación del tranvía obligará a cambiar de sitio la fuente Tusquets

El proyecto en firme que maneja la Junta de Andalucía de construir un tranvía urbano que atraviese la ciudad de extremo a extremo, y que una San Fernando con Chiclana y Cádiz, obligará al Ayuntamiento isleño a buscar un nuevo lugar en el que ubicar la mastodóntica Fuente de la Comunicación o, como se la conoce comúnmente, Fuente Tusquets, actualmente situada en la rotonda que regula el tráfico en el acceso hacia la autovía que une La Isla con la capital gaditana.

Esta posibilidad, que hasta hace poco no era más que un rumor, ya ha sido confirmada por el delegado de Urbanismo, Fernando Rodríguez, como una realidad a la que tendrán que enfrentarse los técnicos de la Gerencia. «Lo cierto es que el proyecto del tranvía pasa por toda la calle Real y, en esa zona, justo por encima de donde está actualmente la fuente. Así, que habrá que cambiarla de sitio para permitir la instalación del nuevo sistema de transportes», afirmó Rodríguez.

Problema de espacio

El gran tamaño de la fuente que el arquitecto catalán Óscar Tusquets diseñó para uno de los principales accesos de la ciudad es el principal problema al que se enfrentan los responsables municipales. Según los primeros estudios, la fuente tendría difícil ubicación en las zonas de la localidad ya construidas. Así que habría que incluirla en algún nuevo proyecto, en el que se pudiera hacer un hueco lo suficientemente amplio para que cupiera. «Estamos intentando que la Junta colabore en un proyecto de reordenación de la zona del puente Zuazo y en otros proyectos donde la fuente podría tener su espacio y que además siguiera siendo unos de los emblemas de la ciudad», explicó el máximo responsable urbanístico de San Fernando.

Otra posibilidad sería la de situar el monumento cerca de los terrenos que ocupa en la actualidad. Se plantea crear un nuevo sistema de accesos en la entrada a San Fernando desde Cádiz, en el que se incluiría una gran rotonda y un nuevo paso elevado, cerca de la gasolinera ubicada en la zona.

La construcción de la fuente ha sido de la decisiones más controvertidas del equipo de gobierno en cuestión monumental, ya que el alto coste de la fuente, más de 726.000 euros (unos 113 millones de pesetas), y su original diseño, fundamentado en una estructura de acero oxidado, con una idea abstracta sobre la unión de las culturas a través del mar creó un intenso debate entre la clase política y los ciudadanos sobre la conveniencia de su construcción.