El PP acusa a Zapatero de haber «claudicado por etapas ante sus socios radicales»
«Ha comprado un acuerdo con los recursos de todos», dice Zaplana IU y PNV valoran el acuerdo
Actualizado: GuardarEl PP mantiene incólume su oposición a la reforma estatutaria catalana. A falta de conocer el contenido exacto del acuerdo entre socialistas y nacionalistas, el portavoz parlamentario de la formación, Eduardo Zaplana, acusó anoche a José Luis Rodríguez Zapatero de no haber negociado, sino de haber «claudicado por etapas» ante «sus socios radicales nacionalistas».
Zaplana, para quien el pacto es un «disparate» y un «fraude a la Constitución», señaló que el presidente del Ejecutivo simplemente «ha comprado un acuerdo político con los recursos de todos los españoles». Rodríguez Zapatero, enfatizó, ha negociado de «espaldas a los ciudadanos demostrando una gran deslealtad con España».
«Tenemos la razón»
En su comparecencia, criticó al Gobierno por haber llevado a España a un «precipicio» y al «momento más delicado de nuestra reciente historia democrática». Y sin citar expresamente a Batasuna, aseguró que el pacto refuerza «los anhelos de independencia» de la coalición ilegalizada, que ahora «tienen mucha más razón de ser».
Pese a ello, Zaplana insistió en que el PP no se va a «resignar». «No sólo creemos que tenemos razón, sino que tenemos el apoyo de la mayoría de los españoles. El PP, interpretando a esos millones de españoles, va a seguir combatiendo estos acuerdos contrarios a la Constitución», dijo el responsable parlamentario, para quien el acuerdo es «claramente contrario a los intereses de la sociedad catalana».
También la secretaria de Política Territorial del principal partido de la oposición, Soraya Sáenz de Santamaría, denunció que el pacto se ha gestado en «reuniones secretas» de las que ni siquiera fue informado el comité federal del PSOE. «Falta de transparencia» que, añadió, supuso la «absoluta exclusión» de los populares.
De los españoles
Sáenz de Santamaría recordó que la reforma de los estatutos de autonomía no es un asunto bilateral entre el Gobierno y las comunidades, sino que afecta «a todos los españoles». Pese a ello, continuó, fue «voluntad expresa» de Zapatero que el PP quedase fuera. «Esta es la forma de actuar de quien se autoproclama rey del talante y abanderado de la democracia y transparencia», criticó.
El PP asegura no tener información sobre el contenido del acuerdo, del que precisó que, de momento, sólo ha sido rubricado por dos personas: el presidente del Gobierno y el líder de la oposición en el Parlament. A Rodríguez Zapatero le exigió que explique «qué ha pactado y en qué ha cedido», y que desvele «si el resto de los ciudadanos tenemos derecho a opinar o si nos reservan el papel de acatar» y poner la firma «donde el presidente del Gobierno y el señor Artur Mas pongan la cruz».
Por otra parte, los partidos vascos volvieron a poner ayer sus ojos en Cataluña, y lo hicieron con una mirada divergente -sobre todo, entre los dos socios mayores del Gobierno de Ibarretxe- sobre el pacto cerrado por el presidente del Gobierno y el líder de CiU, Artur Mas. El socio de la federación catalana en Euskadi, el PNV, acogió con satisfacción la noticia del acuerdo, persuadido de que los convergentes han rentabilizado al máximo su protagonismo en la negociación y de que el nuevo 'Estatut' abre un «camino a la esperanza» para evitar «la uniformidad artificial del Estado de las Autonomías». Josu Jon Imaz tuvo conocimiento de primera mano sobre el desenlace de las conversaciones a primera hora de la mañana, cuando recibió la llamada de un Mas que dejó traslucir su «alegría».
En ese mismo sentido IU valoró positivamente el principio de acuerdo alcanzado sobre el 'Estatut'. En un comunicado de la organización se calificó el acuerdo de «generalizable y federalizante» y consideró que «se ajusta además por lo que se refiere a los aspectos financieros a las condiciones de equidad, solidaridad y suficiencia tal y como acordó el Consejo Político Federal de IU».