Seis de cada diez jóvenes ve difícil acceder a una vivienda
Actualizado: GuardarSeis de cada diez jóvenes españoles -en concreto, el 62%- ve «prácticamente imposible» el acceso a una vivienda, según un estudio del Instituto de la Juventud, que será hecho publico en los próximos días. El trabajo señala que el alto precio de los arrendamientos y el anhelo de ser propietarios hace que sólo un 7% de las personas de entre 18 y 34 años prefiera el arrendamiento. La 'fotografía' que realiza el Injuve deja claro que en bastantes ocasiones optar a un techo propio se convierte para muchos jóvenes en una verdadera quimera.
Aunque la mayoría de los consultados por esta institución dependiente del Ministerio de Trabajo sostiene que en los próximos tres años tiene intención de abandonar la casa de sus padres, sólo un 20% cree que será fácil. El 52% opina que le será difícil y un 10% entiende que no podrá hacerlo de ninguna manera. La principal razón para abandonar el nido paterno es «el deseo de independizarse», seguido de la vida en pareja y el traslado por motivos de trabajo. Respecto al domicilio en el que viven de forma habitual los jóvenes, la mitad habita con sus progenitores y el 42% tiene casa propia.
Más hombres
Los afortunados que viven en una casa distinta a la de sus padres se distribuyen de la siguiente manera. El 10% es propietario de un piso y, además, lo ha pagado por completo. El 47,6% de los encuestados 'sufre' una hipoteca que aún no ha terminado de pagar (le faltan, de media, 19 años de cuotas), el 4% ha heredado su vivienda y el 31% abona cada mes un alquiler. Entre los dueños de su propio piso aparece una diferencia notable entre las chicas y los chicos, pues sólo un 9% de ellas es propietaria de su casa mientras el porcentaje en el segmento masculino se eleva al 12,5%.
Los jóvenes pagan de media 460 euros al mes por su hipoteca y 425 euros en el caso del alquiler. Estas cantidades dejan al primer colectivo sin apenas posibilidades de comprar un piso en muchas de zonas de España y a los arrendadores lejos de los precios que, por ejemplo, ofrece en su página web la Sociedad Pública de Alquiler en los mercados de Madrid (donde se llega a pedir 1.100 euros por 100 metros cuadrados), Barcelona o Málaga.