Un Valladolid superior acaba con un desdibujado Elche en el Martínez Valero
El gol de Llorente en el minuto nueve del partido marcó el resto de un encuentro en el que el conjunto vallisoletano nunca dejó jugar a los ilicitanos Los de Marcos Alonso ocupan plaza de ascenso con treinta y cuatro puntos
Actualizado:El Valladolid se impuso, con toda justicia, al Elche en un partido en el que los vallisoletanos fueron muy superiores y nunca pasaron apuros ante un equipo, el ilicitano, muy desdibujado y que apenas si inquietó a Bizarri, que fue un espectador más.
El Valladolid salió más metido en el partido, presionando al Elche en su línea de creación y no dejando maniobrar al centro del campo local. A los 9 minutos, Llorente sacó petróleo en un balón suelto en la frontal del área pequeñas, desde donde enganchó un disparo raso y ajustado al poste izquierdo de Sergio Aragoneses para adelantar al Valladolid en el marcador.
El gol visitante desquició a los locales, que jugaban muy precipitados y más con el corazón que con la cabeza, lo que les hacía perder la posesión del balón con facilidad, a poso que el centro del campo del Valladolid presionase.
Llorente pudo hacer el segundo gol de su equipo, a los 16 minutos, mientras que Nino pudo empatar, a los 27 minutos.
El Valladolid demostraba estar más a gusto en el campo y volvió a tener premio. Fue a los 36 minutos. La defensa local no acertó a despejar un balón, que le quedó franco a Álvaro, en la frontal del área, para fusilar, ente una maraña de piernas, a Sergio Aragoneses por bajo. Llorente estuvo cerca de lograr el tercero antes del descanso.
El Valladolid salió en la reanudación con la misma intensidad con la que terminó la primera parte, ante un desconcertado Elche, que no encontraba su espacio ni su juego, muy desconocido y dejando la iniciativa a los visitantes, que jugaban a placer.
Los cambios realizados por José Uribe, que dio entrada a Rubén Suárez y Frankowski, dieron más profundidad al juego del Elche, pero sin efectividad ante el portal defendido por Bizarri, que seguía siendo un espectador más, mientras su equipo marcaba el ritmo de un partido que había perdido en intensidad.
El Elche, a falta de diez minutos para la conclusión del partido, comenzó a dar muestras de flaqueza y claudicó ante la superioridad del Valladolid.