MÁS FÚTBOL

El Deportivo deja escapar una renta de dos goles y empata al final

Okubo y el venezolano Arango certificaron la remontada del Mallorca Los pupilos de Caparrós notaron el esfuerzo en la Copa ante el Valencia

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Deportivo y Mallorca se agasajaron en Riazor repartiéndose los puntos en un encuentro en el que los coruñeses, que se habían adelantado con dos goles en la primera parte, dejaron escapar su renta en la reanudación, en la que el japonés Okubo volvió a cruzarse en el camino de los blanquiazules.

Advertido por los dos últimos tropiezos de Liga ante su afición, el Deportivo afrontó el duelo con los mallorquines aplicando al juego la tranquilidad que le había pedido su técnico, Joaquín Caparrós, pero la calma se le agotó al final del primer periodo y sucumbió en el inicio del segundo.

Escasa ambición

La escasa ambición de los deportivistas en los primeros compases del encuentro la aprovecharon los de Héctor Cúper para aclimatarse al césped de Riazor y disputarle la iniciativa a los gallegos, que, lograron aproximarse con cuentagotas a la portería defendida por Moyá, con un Diego Tristán desafortunado en el control del balón.

La escasa profundidad del juego de los blanquiazules dio cierta confianza a los baleares, que, sin embargo, no pudieron traducir su superioridad en el medio del campo en ocasiones, lo que facilitó el trabajo a José Francisco Molina, que apenas tuvo que intervenir.

El Deportivo, tímido en el primer cuarto de hora y prácticamente inoperante, acabó con el Mallorca con una rápida combinación entre los canarios Manuel Pablo García y Juan Carlos Valerón, que el de Arguineguín no desaprovechó, tras un excelente control, para adelantar a su equipo.

Los bermellones, que ocupan puestos de descenso, se vinieron abajo tras el tanto de los coruñeses y un error infantil de Cortés dejaba muy cuesta arriba el partido para los de Cúper, cuando apenas se había superado el ecuador del primer periodo. El zaguero del Mallorca empujó en el área a Valerón tras un saque de esquina, y Pérez Lima condenó la acción con la pena máxima, que Tristán se encargó de transformar para aumentar la renta de los blanquiazules. El partido se tenía de claro color gallego y nadie hacía presagiar en ese momento que a los deportivistas se les escaparía los puntos del estadio de Riazor.

Los deportivistas se acomodaron ante una ventaja fácilmente conseguida frente a un Mallorca que se amilanó y no supo reaccionar para dar vida a un partido sentenciado, para supuesta tranquilidad de Caparrós, que por una vez parecía no tener que sufrir.

Pero el arranque de la segunda parte cambió el panorama por completo y el Deportivo, alarmantemente relajado en defensa y quizá pensando ya en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey que el próximo miércoles disputará en Mestalla, se creyó que ya había acabado el partido con toda una parte por delante.

Remontada mallorquina

El Mallorca, con las pilas cargadas, remontó la diferencia en el marcador en sólo tres minutos, en los que el japonés Okubo, que le tiene tomada la medida a los deportivistas, impulsó la reacción de los baleares con un formidable tanto de cabeza a los seis minutos de la reanudación. El gol no despertó a los blanquiazules de su adormecimiento defensivo, y en otro contraataque, el Mallorca igualó el encuentro gracias al olfato del venezolano Juan Arango, que envió el balón al fondo de las mallas de la meta de un incrédulo Molina. El Mallorca se lo creyó y empató un encuentro que a priori, tenía toda la pinta de acabar con victoria local. Pero esa es la grandeza de un deporte como el fútbol, nadie puede dormirse en los laureles y menos cuando juegas en la Primera, donde todo se iguala.