La doble 'B' encuentra su sitio en el once de Espárrago
La entrada de Benjamín y Bezares ha mejorado al equipo en la Liga Uno aporta la garra y otro el empuje hacia el área contraria
Actualizado:Un bético y un ex sevillista han compuesto una sociedad que ha conseguido revirar la situación del Cádiz hacia la buena senda. Jornada a jornada han ganado en confianza hasta el punto de ganarse la titularidad de forma indiscutible. Este binomio va tomando buen color y, hoy por hoy, mucho tienen que cambiar las cosas para que Espárrago los desplace del equipo titular. Con ellos en el campo, el Cádiz ha ganado en agresividad y en fluidez en su juego. La división del trabajo es visible y cada uno entiende su labor sobre el tapete. Un medio centro destructor y otro con mayor facilidad de creación. De momento, se compenetran a la perfección y eso lo está notando el once amarillo.
El pucelano y el linense se han convertido en dos de los baluartes de este nuevo Cádiz. Benjamín y Bezares han rejuvenecido a un equipo que se había venido desfogando hasta acabar muchos de los que lo componían con sus huesos en el banquillo. La comparación es actual. La última vez que se vio un partido con el doble pivote del once de Chapín (Suárez y Fleurquin) fue el calamitoso Cádiz-Espanyol de Copa. El equipo ofreció la peor imagen de la temporada y el doble pivote dio claras muestras de un agotamiento y un espesor preocupante. La lesión de Suárez motivó la entrada de Morán y con el madrileño en el campo el Cádiz limpió un poco su imagen. Por su parte, Benjamín y Bezares le han dado otro aire al conjunto amarillo. El partido de ida de los octavos de final contra el Sevilla en Carranza los catapultó. Las diferencias han resultado notables y en la actualidad Espárrago no ha dudado en entregarles el timón. Ambos aprovecharon el partido del Bernabéu para consagrarse dentro del once de Víctor Espárrago.
Lo del linense a nadie le sorprende. Bezares siempre ha respondido y con él en el once, el equipo ha encadenado sus mejores rachas. ¿Quien no recuerda aquella etapa invencible donde el Cádiz ligó siete victorias consecutivas en la temporada del ascenso? Pues ahí estaba el linense compartiendo el doble pivote con Manolo Pérez. Los datos siguen avalando al jugador de Guadiaro. A día de hoy, tampoco conoce la derrota formando pareja con Suárez y cada vez que le ha tocado jugar con Fleurquin no se han dado mal las cosas. Con diferencia es el medio centro que mejores sociedades realiza con los distintos compañeros.
Por su parte, Benjamín ha encontrado en Bezares la pareja idónea para que su principal preocupación no sea otra que repartir juego. Aunque colabora un poco en la labor defensiva, el pucelano es el encargado de llevar al equipo al ataque. No obstante, a Benjamín le ha costado lo suyo entrar en la dinámica. Sus primeros minutos los disputaba entrando como reserva en las rectas finales de los partidos y su papel no era muy afortunado. Tras superar una lesión muscular que le apartó de la competición durante varias semanas, el vallisoletano ha recuperado su mejor versión y el Cádiz comienza a disfrutar del mejor Benjamín.
Aunque en defensa de los otros medios centros, Bezares y Benjamín reciben la inestimable colaboración de Mirosavljevic. Con el serbio, el Cádiz ha ganado una mayor presencia en el juego aéreo y son muchos los balones que controla el ariete para cederlo rápidamente hacia atrás. Una labor donde también tiene protagonismo Medina. Así lo entiende también Bezares. El linense es consciente de la buena sociedad que ha formado junto a Benjamín y Nenad. Pero pese al buen estado por el que pasa no quiere relajarse y asume la tremenda competitividad que hay en su zona. «Cualquiera puede jugar», dice. Del mismo modo, no piensa que ahora el equipo esté jugando mejor con él. «Andrés (Fleurquin) y Roberto (Suárez) ya han demostrado que con ellos el equipo también juega bien como el día del Valencia donde le dimos un repaso», recuerda con altas dosis de compañerismo. De momento, Bezares se siente cómodo junto a Benjamín. «Yo aporto la labor destructiva y él tiene más empuje saliendo desde atrás, además busca la pared y siempre está dispuesto a tirar», concluye.