Manuel Ruíz: «Faltan empresas y cultura empresarial»
Actualizado: Guardar- En enero pasado, por estas fechas, decretaban ustedes el «Año por el empleo», pero hemos cerrado por encima de los cien mil parados ¿Ahora qué?
-Sí, y más vale que nos hubiéramos callado, porque al final hemos ido a peor. Se han hecho cosas interesantes, pero la regresión ha sido fortísima. Es por ello que el nuevo 2006 y los años venideros deben ser también los años del empleo para la provincia de Cádiz. Estamos muy preocupados. El empleo no termina de despegar y su calidad es bajísima, faltan empresas y cultura empresarial.
- El último informe de la Fundación de Cajas de Ahorros que sitúa a Cádiz en la cola
- .. En la cola de la cola
- ¿Cómo lo interpreta?
- Es claro que de si de diez provincias a la cola siete son andaluzas es que ese discurso de que vamos mejorando no vale. Se mejora muy lentamente y otros mejoran más que nosotros. Los niveles de convergencia de Cádiz nos dan la razón: no se está haciendo lo suficiente para salir de la situación, a pesar de que la media europea baja por la incorporación de los países con menos renta. La densidad empresarial es la más baja de España, por debajo de la media; el nivel de compromiso empresarial es bastante escaso en esta provincia.
- Llevamos 30 años oyendo hablar de planes especiales de empleo que son una frustración tras otra, la última el Plemca ¿Es que no hay solución?
- Los planes de empleo se ponen en marcha con una visión optimista. Normalmente se orientan a la iniciativa empresarial. El Plemca tenía una intención clarísima: recursos e incentivos destinados a la creación de empleo estable. Hay un informe que no se ha hecho público, del Instituto de Desarrollo Regional de Andalucía, que dice que el nivel de «mortandad» de los contratos generados por el Plemca ha sido del 40%. Se incentivaron contratos y un 40% volvieron a caer. Muchísimos de los empresarios que acudieron a las ayudas del Plemca acabaron incumpliendo los objetivos.
- ¿Qué tenemos que hacer? ¿renunciar a más planes de empleo?
- No, tenemos que cambiar la cultura de quien pide estas subvenciones. Nosotros hemos participado plenamente en el Plemca, intentando orientarlo a los sectores más necesitados, a las iniciativas con más posibilidades de abrirse camino, pero quien tenía que dar la respuesta no lo ha hecho. El empresariado de esta provincia es muy presto a recoger recursos económicos pero escasamente comprometido.
- ¿Las 'atipes' son la solución?
- Tenemos que seguir siendo optimistas. Nos parece que tienen un valor político muy importante. En su génesis es un pacto territorial por el empleo. Se trata de poner los recursos encima de la mesa, y la Junta lo hace en un acto de auténtica generosidad, para que decidamos cómo y dónde los invertimos. Merece que dignifiquemos el gesto. Todos los que formamos parte de las Atipes - ayuntamientos, sindicatos, empresarios- tenemos que poner los fondos que recibimos, para formación, incentivación, etc. y decidir en qué lo queremos emplear.
- Durante este año hemos visto grandes oscilaciones en las cifras del paro ¿qué pasa?
- Nos hemos encontrado con modificaciones metodológicas, primero en la EPA y con el nuevo SAE, el Servicio Andaluz de Empleo, a raíz de la transferencia de las políticas activas de empleo a la Junta. Eso ha provocado disfunciones. Nosotros creemos que son más reales los datos de la EPA. Pero, sean datos EPA o sean datos SAE, los datos del paro en la provincia de Cádiz son muy preocupantes.
- Hay dos constantes: el paro femenino y el juvenil ¿Cómo abordarlos?
- Hay que prestarles especial atención. La tasa de ocupación de la mujer está muy por debajo, y con grandes dificultades de acceder al mercado de trabajo. No estamos ofreciendo oportunidades a los jóvenes, con cualquier titulación. De hecho hoy la propia movilidad nos indica que mientras en la provincia se hacen 30.000 contratos a trabajadores de otras zonas, hay más de 90.000 gaditanos que son contratados fuera de Cádiz. Hay un flujo de salida que va buscando unos horizontes que esta provincia no ofrece.
- ¿Es posible una regulación? ¿La oferta y la demanda no se complementan?
- Aquí hay una oferta de puestos de trabajo muy pobre. Hemos discrepado profundamente de quienes decían que en algunos sectores faltaban personas para trabajar. No es cierto, es una frivolidad y una ligereza. Cuando tenemos reuniones en la comisión provincial del SAE, que es donde se deben plasmar estas peticiones empresariales, no hay ninguna propuesta empresarial encima de la mesa que diga que necesitan tantas personas con tal cualificación. Lo que pasa es que no puede llegar y decir necesito 300 esta noche. Pues eso es una tontería, así no puede funcionar el mercado de trabajo. Esto no es la plaza del pueblo, donde se llega como hace 30 años y se pide hoy 30 y mañana 40 obreros.
- Se ha dicho que hay escasa formación para la industria aeronáutica.
- No es cierto. Se está formando a muchos jóvenes. Hay un porcentaje de integración muy fuerte. No está al cien por cien porque la necesidad de trabajadores no es tanta como la oferta formativa. ¿Seguimos formando hasta crear una bolsa de desempleados en torno al sector? Hay que planificar. La relación oferta-demanda en esta provincia se circunscribe a que hay pocas posibilidades de acceder a un puesto de trabajo y muy poca concreción del que se va a necesitar en los próximos tiempos.
- Algo se mueve en el sector naval ¿Se puede ser optimista?
- Si se confirman los datos, 2007 puede ser el año del despegue del sector naval. Tenemos que poner sobre la mesa que se ha producido una pérdida de empleo neto y de calidad. Sabemos que ha sido un logro mantener los tres centros abiertos. La carga de trabajo no sólo afecta a las plantillas propias, escasas, sino que repercute en las empresas auxiliares. El gran reto es cómo recuperar el sector de las pymes, que lleva dos años muy duros. Porque es muy difícil reconvertir las empresas de la noche a la mañana. Los contratos de Venezuela pueden y deben - a pesar de los intentos del PP por deslegitimarlos, que nos parece una barbaridad política- beneficiar a San Fernando y Puerto Real. La puesta en marcha del BAC en Puerto Real, que pedimos que sea lo antes posible, puede dar estabilidad, mientras que en el área de reparaciones se trata de terminar de acondicionar la factoría de Cádiz para que ese flujo dinámico se consolide, que da mucho trabajo.
- ¿Para cuándo la carga civil?
- Debe llegar. Se tiene que acabar con la primera parte del proceso, que es la venta de los astilleros, para volver a estar en el mercado. Será el momento de reivindicar ese 20% de carga civil, muy necesario para la pyme. Ese cuarto astillero que es el de Sevilla también tiene que beneficiar la actividad económica de Andalucía.
- ¿Cree posible una nueva reconversión en cuatro o cinco años?
- No nos gustaría. Va a depender de cómo seguimos presionando para conseguir carga de trabajo. Después de las inversiones tan poderosas que ha hecho el Estado en esta reconversión no podemos plantearnos otra a cinco años vista. No sólo por pérdida de puestos de trabajo, sino porque estamos renunciando a una actividad que genera mucha economía de escala, mucho trabajo indirecto.
- ¿Qué opina del Parque Agroalimentario de Jerez?
- Es un proyecto interesante, pero aquí todo se vende desde la perspectiva política con demasiado bombo, para salir en la foto. Eso nos preocupa. Ese centro tiene sentido si en paralelo comenzamos a diversificar la agricultura de la provincia. Estamos diciendo ya que hay que hablar de la Sierra de Cádiz en profundidad, con un mayor desarrollo de la agricultura y el turismo, porque se está quedando al margen de muchas iniciativas. Se está poniendo en valor los llanos de Villamartín y eso no puede ser para revalorizar la tierra, para que se venda más cara, sino para sacarle jugo productivo. Hay que invertir en los procesos productivos: siembra y recogida, pero también manipulación y comercialización. No podemos seguir llevando los espárragos al Norte de España para que lo comercialicen.
- ¿Cómo va a influir la pérdida de los fondos cohesión?
- De manera negativa, porque Andalucía va a seguir necesitando esos fondos y Cádiz también. Igualmente, nos perjudicarán las reconversiones de las OCMs, azúcar, algodón. Pero tenemos que ser realistas y no esperar a que lleguen para comenzar a mirar en otro sentido. Es decir, nos van a afectar con mayor o menor virulencia, de modo que hay que desarrollar otro tipo de agricultura, para que mañana no nos venga el palo. Es el momento de comenzar a hablar de esa diversificación.
- ¿Qué soluciones hay? Por ejemplo, las plantas de biodiesel
- Muchas. Hay productos que se pueden usar para la energía y otros que viene demandando la propia sociedad. La provincia necesita meterse en cultivos intensivos, porque el clima lo facilita, más derivados de la horticultura, y por qué no impulsar de una vez la agricultura ecológica, pensando en un mercado de más calidad, que genera valor añadido también en la manipulación y comercialización. Sería un error poner en valor esos llanos de Villamartín para sembrar otra vez productos que tienen que estar subvencionados. Ahí tienen que jugar fuerte las organizaciones empresariales.
- ¿Y la I+d+i?
- Está muy ligado a las inversiones, públicas y privadas. Cuando hablamos de innovación, de desarrollo, de investigación, pensamos en dejar lo que estamos haciendo e irnos a Sillicon Valley. No se trata de eso, sino de innovar, investigar y desarrollar nuestros propios valores. Construir barcos con más valor añadido, que no haya que comprar fuera los equipos, que tengan calidad; no dejar la agricultura y fabricar chips de titanio, sino investigar los productos que demanda la sociedad y producirlos.
- ¿Cómo juega, en este contexto, la universidad?
- Tenemos que reflexionar acerca de cómo queremos que intervenga en el desarrollo de la provincia, qué titulaciones tenemos, qué se necesita según nuestro mercado de trabajo; debe tener la financiación que reclama, estamos a favor de la Universidad en este asunto, pero también creemos que los empresarios tienen que apostar, no pueden estar esperando a que la investigación, la innovación les llegue porque sea la Administración la única que invierta. Ellos tienen que invertir en su beneficio, y decirle a la Universidad: «Mire usted, yo financio subvención a este programa, quiero que investiguen en esta línea, yo voy a recoger los beneficios de esta investigación».
- Sin embargo hay una especie de imposibilidad de conexión entre la Universidad y la empresa, esa transferencia es que no se produce nunca.
- Uno de los grandes déficits de nuestra Universidad es que no hay esa sintonía, la Fundación Universidad Empresa tiene un volumen de negocio, de relación con el mundo empresarial, muy pequeñito. Hay un fuerte déficit en el modelo educativo porque no se ha sabido orientar, vamos a corregirlo. Me gustaría que un día pusieran encima de la mesa cuántos proyectos está subvencionando el empresariado en Cádiz.
- ¿Qué le parece la apuesta que supone la Consejería de Innovación?
- Esa es una de las grandes incógnitas que tiene la provincia. La verdad es que nosotros tenemos un cierto y profundo desconocimiento de qué está haciendo la Delegación de Innovación. Nos preocupa, hemos intentado acercarnos, ver, por que esta provincia sí necesita de los muchísimos recursos que tiene. Se ha dotado a la Conserjería con muchos fondos, ha dejado prácticamente sin capacidad de maniobra a la de Empleo, y sin embargo no estamos viendo todavía los resultados. Nuestras objeciones no son a la delegada, que intenta trasladar lo mejor que puede las orientaciones, sino al consejero, que tiene escasa sensibilidad hacia el mundo sindical, y se decanta más por las grandes parafernalias de Corporaciones Tecnológicas, pero en lo concreto que hay que seguir atendiendo, el mercado de trabajo, las empresas que tenemos, no está siendo muy sensible. No hemos ganado en la provincia de Cádiz con esa división. No ha sido un buen ejercicio político dejar Empleo con el SAE y cuatro políticas activas y aglutinar tantos recursos entorno a una persona y una Consejería.
- ¿La aeronáutica va a ser la gran industria de la provincia?
- Parece que sí, que es la que va a tirar del empleo en los próximos años. Esperemos que vaya consolidándose y creando más trabajo auxiliar. Pero no podemos ir de un monocultivo a otro. Es necesario que aeronáutica se potencie, que genere empleo, que es de bastante calidad, pero tenemos en paralelo que ir impulsando otros sectores. La automoción, el sector naval, la industria tabaquera, tienen que seguir y hay que dar por cerradas las reconversiones.
- Pero, hoy por hoy ¿es posible crear nuevas industrias?
- Siempre lo es. Hace falta apoyo institucional. Hay que consolidar Dragados, que no está jugando bien con esta provincia. Las administraciones deben hacer algo para que se comprometa más, con más calidad en el empleo. Tenemos el segmento energético. Cádiz se ha convertido en una provincia con una gran servidumbre energética pero ¿a cambio de qué? Si hay que instalar tantos parques eólicos, por qué no situar aquí la industria que los construya. Industrialmente estamos capacitados. Tenemos los parques naturales ¿es posible trabajar de manera conjunta para que sean una fuente de empleo, no una servidumbre como la militar? No podemos estar circunscritos a la construcción. Por qué no hablar del cuarto pilar del estado del bienestar que es la Ley de Dependencia, que puede ser un gran yacimiento de empleo. Hay sectores industriales y no industriales donde se están dando condiciones para crear empleo. Nuestra colaboración va a ser plena, pero queremos compromisos.
- ¿Qué espera, entonces, de este año?
- Nunca vamos a estar satisfechos, pero la clave es el empleo, la forma de subsistir, mientras que tengamos más de cien mil desempleados no podemos dejar de decir que es la gran asignatura pendiente. Y con calidad, sin esa insoportable siniestralidad. No puede ser que haya el mismo número de accidentes laborales que hace un siglo, ni que el empleo fijo sea de entorno el 4%. Esperemos que sea el año de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo en igualdad de condiciones y que se acabe la salida de los jóvenes en busca de empleo y de futuro.