Gaditanos 'de tebeo'
Fritz, Marín, Pacheco y Mel analizan el papel del cómic de la provincia
Actualizado:La fantasía, la crítica socio-política, las proezas de los superhéroes y la expresión artística son sólo algunas de las funciones de un género que ha adquirido con el tiempo un carácter tan heterogéneo e interdisciplinar que se ha visto desplazado por la demanda de las nuevas tecnologías. El discurso narrativo y audiovisual que ofrece el cine, los videojuejos o la red ha facilitado el consumo de historias, pero al mismo tiempo dejan atrás el mayor valor de los tebeos: la capacidad de imaginar. Aunque el mercado de las historietas lo copan actualmente los conglomerados norteamericano y japonés, en la provincia de Cádiz sobreviven algunos comiqueros que ponen su granito de arena para preservar un arte en el que reflejan algo del carácter gaditano y lo exportan tanto dentro como fuera del país. Con el objetivo de analizar qué papel juegan los dibujantes autóctonos, se celebró ayer la Mesa Redonda Cómics desde Cádiz, patrocinada por la obra social de Caja San Fernando. Carlos Pacheco -dibujante de superhéroes para la editorial estadounidense Marvel o la DC-, Rafael Marín-, traductor, ayudante de Pacheco y columnista de LA VOZ-, Fritz -creador de viñetas para este periódico- y Mel -dibujante de historietas para Diario de Cádiz y revistas como Mister K o El Jueves-, intercambiaron sus opiniones con el público asistente.
«Gracias a autores como ellos y a otros como Juan José Téllez existe el cómic en la provincia. Y además se puede decir que el género en la ciudad tiene historia. Desde mis colaboraciones con Téllez en una revista de relatos y entrevistas que vendíamos en el Palillero, hasta un fanzine o una serie de detectives privados que sacamos junto a autores como Jose Ángel González o Vicente Sosa», recuerda Rafael Marín. «Incluso hubo un intento de Salón del Cómic en 1983, que se celebró en el Ateneo popular gaditano. Y todo sin cobrar», añade.
En general no se quejan de la situación del género en la provincia porque tal y como afirman «tampoco se puede llegar a más y es muy difícil hacer de ello una profesión». Todo se realiza a pequeña escala aquí o se trabaja para ciudades como Barcelona -en el caso de Mel- o para el extranjero. Otro factor determinante es también el boom del manga.
Por esta razón no hablan del tebeo en Cádiz, sino «desde Cádiz». Ya es sabido que el cómic estadounidense lo acapara todo tanto en el ámbito comercial como en el ideológico. «La historieta dejó atrás su función como medio de masas. Ahora está más cerca de la poesía», explica Pacheco. «Los americanos inventaron el concepto de entertaiment. Antes el superhéroe transmitía paranoias particulares y ahora todos se ajustan a un mismo parámetro. La censura estricta me hizo abandonar a los X-Men. Las historias terminan siempre igual». Pero Pacheco sabe incluir guiños andaluces incluso en pintadas del metro de Nueva York, donde se puede leer Lopera rules. «El descrédito del género te permite algunas licencias». Sin embargo las viñetas de prensa son las que llegan con más facilidad al público gaditano y las que han sabido transmitir mejor la cultura y la subcultura de la ciudad. «Cuento lo que se me ocurre sobre la actualidad con humor, pero en abstracto, evitando el chiste fácil. Hay que lanzar con pocas herramientas un mensaje contundente», concluye Fritz.