El número dos de Al Qaeda duerme con un cinturón con explosivos

El terrorista jordano "prefiere volar por los aires y morir como mártir, llevándose a unos cuantos americanos, que ser detenido y humillado"

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El terrorista jordano Abu Musab al Zarqaui duerme todas las noches con un cinturón con explosivos, según el dirigente de un grupo insurgente que se entrevistó con él hace dos semanas.

"Nunca se lo quita", según el jeque Abu Omar al Ansari, dirigente del grupo de resistencia suní "Jeish al Taiifa al Mansoura" (Ejército de la Secta Victoriosa), citado hoy por el dominical británico "Sunday Times".

"Me dijo textualmente que prefería volar por los aires y morir como mártir, llevándose consigo a unos cuantos americanos, que ser detenido y humillado por ellos", agrega el testimonio del jeque, filtrado al periódico por una tercera persona.

Según al Ansari, Zarqaui, a quien Estados Unidos y el mundo conocen como un individuo sanguinario, parecía un modelo de humildad en la reunión que ambos mantuvieron y en la que el jordano intentó obtener su cooperación y la de otros grupos de insurrectos con Al Qaeda en Irak y coordinar sus ataques contra los ocupantes extranjeros.

De acuerdo con el testimonio del jeque, al Zarqaui se sentó a comer en una simple alfombra, rodeado de algunos de sus doce guardaespaldas, la mayoría de los cuales llevaba también cinturones con explosivos así como rifles automáticos rusos y estadounidenses.

Al Zarqaui ayudaba a sus invitados a lavarse antes de la oración y dedicaba cinco horas al día a la lectura del Corán, además de escuchar por la noche sermones grabados y mantener debates sobre religión.

Al Zarquai, de 39 años, trataba con respeto a los más veteranos, a quienes les decía con humildad: "Soy más joven que vosotros y tengo menos conocimientos". Según el testimonio obtenido por el "Sunday Times", durante la oración se le oía sollozar, algo corriente entre los musulmanes más devotos.

El jeque desmintió también uno de los rumores sobre al Zarqaui puestos en circulación por ciertos servicios de inteligencia de Occidente, el de que fue a tratarse a Irak tras haber perdido una pierna en un ataque estadounidense con misiles. Según al Ansari, tiene las dos piernas y camina con total confianza y gran sentido del equilibrio.