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Los chiíes moderados ganan en Irak pero deberán buscar alianzas para gobernar

Los partidos de la coalición del Ejecutivo provisional pierden, sin embargo, un total de 18 escaños

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Los dos partidos del Gobierno en funciones repitieron victoria en los comicios de Irak celebrados el pasado 15 de diciembre, aunque ambos perdieron fuerza en el Parlamento, según los datos definitivos publicados ayer, que dan a los suníes un quinto de los escaños. Según los resultados oficiales facilitados por la Comisión Electoral Independiente de Irak (CEII), que explicó que las cifras serán definitivas después de tres días, cuando finalice el plazo de impugnaciones, la Alianza Unida Iraquí (AUI), agrupación chií confesional, fue la fuerza más votada en las elecciones parlamentarias.

Esa coalición, que agrupa a las principales formaciones políticas chiíes, y está liderada por el primer ministro saliente, Ibrahim al-Yafari, cosechó 128 de los 275 escaños de la Cámara, 18 menos de los que gozaban en el disuelto Parlamento constituyente. En segundo lugar, se situó su socio en el Gobierno, la Alianza Kurda (AK), que se alzó con 53 escaños y que perdió 22 asientos respecto a los anteriores comicios.

Mientras que el Frente del Acuerdo Nacional de Irak (FANI), que agrupa a los principales partidos de los árabes suníes, que en su mayor parte boicotearon las votaciones de enero de 2005, consiguió 44 escaños, por lo que se convertirá en la tercera fuerza del Parlamento. Entretanto, la Lista Nacional Iraquí, que agrupa a chiíes laicos y a suníes liberales, del ex primer ministro Iyad Alawi, será la cuarta fuerza de la Cámara, al haber conseguido 25 asientos.

Al mismo tiempo, el grupo árabe suní Frente Iraquí para el Diálogo Nacional ocupó el quinto puesto al alzarse con 11 escaños, y la Unión Islámica del Kurdistán UIK, que representa a los integristas kurdos, obtuvo 5 escaños. Los nueve asientos restantes quedaron adjudicados a movimientos y grupos religiosos y étnicos minoritarios.

Confianza

Tras el anuncio de los resultados, dirigentes de la AUI se manifestaron confiados en conseguir formar un Gobierno de unidad que logre la mayoría cualificada necesaria, y que, de tener éxito las negociaciones, incorporará a los suníes.

«Ha llegado a ser fácil completar la mayoría cualificada para crear un ejecutivo de coalición con AK (sus actuales socios en el Gobierno) y la UIK, de tendencia islamista», declaró Yauad al-Maleki, uno de los dirigentes de la AUI. Sin embargo, Al-Maleki dijo que, en caso de que la UIK rechace unirse a ellos, «haremos participar al FANI».

El dirigente político anunció que la AUI procura establecer un Gobierno de unidad nacional, pero con la condición de que se tengan en cuenta los resultados electorales (que dieron la mayoría a la coalición gobernante), «porque lo contrario supondría acuchillar la democracia».

En un sentido similar se expresaron lideres de la AK, que dijeron que los resultados beneficiarán al pueblo porque ampliarán la participación en el ejecutivo a otros partidos. «La coalición chií-kurda se verá obligada a hacer participar en el próximo gobierno a las otras alianzas y listas ganadoras en las elecciones», subrayó Mahmud Ozman, uno de los responsables de la AK.

Destacó que la nueva situación se producirá ya que la alianza gubernamental obtuvo en conjunto tres escaños menos que los 184 que requiere para conseguir el voto de confianza del Parlamento -dos terceras partes de los 275 escaños- para formar un nuevo Ejecutivo. «Indudablemente, nuestra coalición necesita el consenso y la participación de los árabes suníes para establecer un Gobierno de unidad nacional, por eso reitero que los resultados benefician al pueblo iraquí», insistió el responsable kurdo.

El Ministerio de Interior cerró anoche y hasta mañana los accesos y salidas de las provincias de mayoría suní de Al-Anbar, Salahedin y Diala, en previsión de actos de violencia en reacción a los resultados electorales.