La ex edil del PSA Antonia Asencio anuncia hoy que renuncia a su acta
El puesto de la antigua concejal de Patrimonio, destituida en agosto por sus desavenencias con Pacheco, será ocupado por Rocío Montero
Actualizado:La ex edil de Patrimonio del Ayuntamiento de Jerez, Antonia Asencio, anunciará hoy en rueda de prensa que renunciara a su acta de concejal, después de más de cinco meses apartada del Gobierno local por desavenencias con el líder del PSA, Pedro Pacheco.
La dimisión, que avanzó ayer Canal Sur, y que fue confirmada por fuentes consultadas por LA VOZ, supondrá que su puesto será ocupado por la siguiente concejal de la lista, Rocío Montero. La propia Antonia Asencio no desmintió su dimisión al ser interpelada por este periódico, aunque emplazó a la rueda de prensa de hoy para dar a conocer definitivamente su postura.
Según ha podido saber LA VOZ, el primer teniente de alcalde, Pedro Pacheco, y el coordinador provincial del PSA, Juan Román, han mantenido varias reuniones para aclarar el futuro del acta de Antonia Asencio, e incluso algunas fuentes apuntaron a que su renuncia obedece un acuerdo entre el líder del partido y la propia Asencio.
El PSA desconocía «oficialmente» a última hora de ayer la decisión de la ex edil. Fuentes del partido señalaron a este medio que «si se produjera la dimisión, el relevo de Asencio tendría que aclararse en el seno del comité local del partido».
La destitución de la antigua concejal de Hacienda y delfín de Pacheco en las municipales de 2003 se desencadenó el pasado nueve de agosto, después de que el comité local del PSA solicitara «por pérdida confianza» su defenestración a la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, que firmó su cese a instancias de sus socios.
La propia Asencio protagonizó entonces un pulso con la dirección de su partido, negándose a entregar su acta de concejal tal y como reclamaba el primer teniente de alcalde, Pedro Pacheco.
Asencio, que había ocupado la Delegación de Recursos durante la coalición PP-PSA, reveló que su destitución fue comunicada «por teléfono» y sin que mediaran explicaciones.
La caída en desgracia de la entonces delegada de Hacienda provenía sin embargo de largo. A finales de 2003, ya presentó su dimisión, aunque no fue aceptada por su partido.