ESPAÑA

El Gobierno advierte a los partidos catalanes de que se agota el tiempo para cerrar el 'Estatut'

El Ejecutivo urge una respuesta a la oferta final del PSOE y avisa de que si no hay acuerdo se habrá perdido «una muy buena oportunidad» Otras autonomías podrán reclamar las competencias que logre Cataluña

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El Gobierno apremió ayer a los partidos nacionalistas a responder a la oferta final del PSOE sobre el Estatuto de Cataluña en cuestión de días o, a más tardar, la próxima semana. Después de año y medio de discusiones en Barcelona y otros cuatro meses en Madrid, María Teresa Fernández de la Vega expresó el hartazgo del Ejecutivo central y advirtió a las formaciones catalanas que el tiempo de la negociación «se agota». Por primera vez desde que el Parlamento autonómico remitió su propuesta a las Cortes, la vicepresidenta hizo una declaración institucional sobre el Estatuto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que aprovechó para hacer público el ultimátum del Gobierno a los negociadores.

Tras dedicar buenas palabras al trabajo realizado por todos los partidos y después de asegurar que en el palacio de La Moncloa confían en las posibilidades de acuerdo, lanzó una clara advertencia: «el tiempo está prácticamente agotado». El hastío empieza a hacer mella en el Ejecutivo, cansado del desgaste, de los esfuerzos y del tiempo que hasta ahora ha dedicado a la reforma estatutaria de una comunidad autónoma.

Ayer, el Consejo dedicó una parte de su reunión a debatir la marcha de las conversaciones y todos los ministros convinieron en la necesidad de que ningún aspecto del texto sea de dudosa constitucionalidad. Según Fernández de la Vega, los 16 miembros del gabinete, también el ministro de Defensa, mantuvieron una posición «unánime».

Los negociadores gubernamentales, por su parte, quieren pensar que éstas son las últimas horas y que las conversaciones se aproximan a su «punto final». Para hacer realidad ese deseo, tenían previsto presentar ayer a última hora o a más tardar hoy a sus interlocutores su propuesta definitiva, que recoge los puntos de encuentro que ha redactado el jefe de los negociadores socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras numerosas reuniones, llamadas y cumbres multilaterales.

Un documento que no define a Cataluña como nación, sino que reconoce en el preámbulo del Estatuto ese sentimiento, y que tampoco colma las demandas del cuatripartito en financiación, pero que sí contempla importantes traspasos. Competencias que, según la portavoz gubernamental, podrán pedir después otras autonomías en sus reformas estatutarias si son «homologables». En cualquier caso, el Ejecutivo admitió que esta última oferta no es un lo tomas o lo dejas, sino que se podrá volver a «negociar y hablar».

Zapatero no interviene

El presidente del Gobierno no tiene previsto intervenir en la recta final de las negociaciones. Sin embargo, fuentes gubernamentales tampoco descartaron que José Luis Rodríguez Zapatero decida mantener conversaciones telefónicas o incluso entrevistarse con algunos de los principales líderes políticos catalanes.

Fernández de la Vega recordó a CiU y ERC, los más críticos con la oferta gubernamental, que «hoy es más lo que nos une que lo que nos separa» y les emplazó a dar una respuesta «definitiva» al Gobierno en los próximos días o, a más tardar, la próxima semana.

En el caso de que no sea posible, la vicepresidenta advirtió a los nacionalistas de que habrán perdido «una muy buena oportunidad» para reformar su carta autonómica. Fuentes gubernamentales indicaron que si la reforma del Estatuto de Cataluña no sale adelante ahora «pasarán años» hasta que se pueda discutir otra.

Fernández de la Vega recordó además a las fuerzas nacionalistas que tengan en cuenta al plantear sus demandas que los ciudadanos catalanes quieren que el Estatuto se ajuste a la Constitución y que armonice los intereses de su comunidad con los del resto de autonomías, según todas las encuestas.

Por último, la vicepresidenta trató de minimizar los efectos que el fracaso de la negociación tendría sobre la estabilidad del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero y, a pesar de los temores que en privado expresan destacados miembros del Gobierno, aseguró que si el Parlamento catalán retira su iniciativa no habrá «pasado nada».

Por su parte, el presidente del Gobierno se muestra optimista y hoy aprovechará la reunión del Comité Federal del PSOE para exponer su percepción de que todavía es posible el acuerdo con los partidos catalanes. Así, según informaron ayer a la agencia Europa Press fuente socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero apelará a la resposabilidad de sus filas para conseguirlo.