Anibal Cavaco Silva, en el acto de cierre de campaña. AP
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Los candidatos piden el voto de los indecisos en el cierre de la campaña en Portugal

Los seis aspirantes dedicaron el último día para pasearse por las calles y darse baños de multitudes

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A las doce de la noche los seis candidatos a la Presidencia de la República portuguesa en las elecciones del domingo terminaron el último acto de una larga campaña apelando al voto de los indecisos, que según los sondeos son los que pueden decidir si habrá una segunda vuelta o el candidato de centroderecha, Aníbal Cavaco Silva, se convierte el el cuarto presidente constitucional.

Todos los candidatos dedicaron el último día de campaña para pasearse por las calles y algunos darse baños de multitudes.

Cavaco Silva paseó por el centro de Lisboa rodeado de fervorosos simpatizantes y por la noche llenó el Pabellón Atlántico de Lisboa en donde el candidato apoyado por una multitud volvió a pedir el voto, con un especial apelo a los indecisos para garantizar la elección en la primera vuelta. El ex primer ministro argumentó que votar en él es el mejor camino para "transformar los sueños de un empleo, un futuro y un mejor nivel de vida, en una realidad" y recordó que era candidato porque "sé que Portugal puede vencer", uno de los eslóganes de su campaña.

A más de 300 kilómetros al norte, en Oporto, el candidato apoyado por el Partido Socialista, Mario Soares, realizaba, ante una fervorosa y entregada multitud, un último pedido a los simpatizantes del partido que el fundó. "Apelo directamente a todos los votantes socialistas para que voten en mí, soy el candidato apoyado por el partido, aunque también por personas de todos los sectores", matizó el ex presidente para ganarse el voto de toda la izquierda.

Fue precisamente la candidatura de Soares la que protagonizó la "curiosidad" de la jornada al poner un tren entre Lisboa y Oporto a disposición de sus votantes para asistir al mitin final de la campaña. Al tren, que salió por la mañana de la capital lusa, se le conoce como el MP3 (Mario Presidente por Tercera vez) y el candidato socialista viajó en él los últimos 40 kilómetros ante de llegar a la ciudad invicta, nombre como el que se conoce la ciudad bañada por el Duero.

El poeta y diputado socialista, aunque sin el apoyo del partido, Manuel Alegre, cerró su campaña en su tierra natal, Agueda (en el norte). Rodeado de un gran número de simpatizantes el el único candidato que se presenta sin el apoyo de un partido insistió con el mismo discurso de los últimos días: apeló al voto de los socialistas, aunque sin resentimiento hacia el partido que ayudó a fundar, e insistió en la idea del poder de los ciudadanos.

El candidato del Partido Comunista, Jerónimo de Sousa, volvió a demostrar su capacidad de convocatoria y de movilidad de los simpatizantes comunistas a quién les recordó que "los portugueses no pueden entrar de manos dadas la presidencia de la República a la derecha".

También el líder del Bloco de Esquerda, Francisco Loua, se mostró, ante un auditorio lleno, convencido de que "Cavaco no vence en la primera vuelta" y acabó por apelar a la decisión "de todas las personas de izquierdas" para que vayan a votar y provoquen una segunda vuelta.

El domingo los portugueses eligen a su cuarto presidente constitucional. De los seis candidatos ganará el que obtenga el 50% más uno de los votos. Si ninguno lo consigue se irá a una segunda vuelta que se disputaría el próximo 12 de febrero.