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La Fiscalía de Cádiz afronta su mayor reorganización con la llegada de Ayuso

La nueva fiscal jefe cierra la etapa de su antecesor y prepara cambios en el organigrama de su plantilla para afrontar retos como la siniestralidad laboral y el tráfico de drogas La reestructuración pretende optimizar mejor los recursos que tiene este órgano judicial

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Incertidumbre. Eso es lo que se respira en el seno de la Audiencia Provincial de Cádiz desde que la nueva fiscal jefe, Ángeles Ayuso, anunciará la intención de «reordenar la plantilla para optimizar mejor los recursos».

Las primeras novedades respecto a esta reestructuración podrían hacerse públicas hoy, a las 11.00 horas, en un acto con los medios de comunicación que la propia Ayuso convocó personalmente el pasado 18 de enero, día de su toma de posesión, y que ha levantado todo tipo de espectativas, dejando tras de si un halo de especulaciones. El día de ayer, los pasillos de la Audiencia Provincial estaban vacíos, se celebraron los juicios programados, sin embargo los fiscales casi no se dejaron ver, permanecieron en sus despachos.

Entre las primeras decisiones cabe destacar la negativa de Ayuso a solicitar, por el momento, la creación de una Fiscalía Antimafia puesto que primero «hay que ponernos a rodar con lo que tenemos», dijo de manera escueta.

En la agenda tiene temas subrayados para abordarlos con mayor rigor y premura, como el tráfico de drogas, la siniestralidad laboral y la violencia de género.

Precariedad laboral

Según explicó Ayuso a LA VOZ, la siniestralidad laboral gaditana está marcada, entre otros, por dos aspectos: la proliferación de las construcciones ilegales en el litoral, que aumenta la precariedad laboral; y la mayor gravedad de los incidentes registrados.

No en vano, la carrera fiscal de Ángeles Ayuso, que comenzó hace 18 años, ha estado marcada por dos áreas que compatibilizó con su actividad fiscal ordinaria: la vigilancia penitenciaria y la siniestralidad laboral, servicio que venía desempeñando desde enero de 1998. Su dedicación a ambas especialidades fue voluntaria y con ellas complementaba la actividad ordinaria de la Fiscalía. «Me decanté por ellas y tuve suerte de poder hacerlo. Tenemos poco personal y vivimos del voluntarismo», criticó en su día la ahora nueva fiscal jefe.

En relación a la vigilancia penitenciaria, Ayuso considera que «todas las personas que se inician en la carrera fiscal, deberían conocer el funcionamiento y la realidad penitenciaria, ya no es de recibo que algunos lleguen a jubilarse sin haber conocido la cárcel». En su toma de posesión, Ayuso ha evidenciado que quiere una Fiscalía renovada. Es curioso que no nombrara a su antecesor en el discurso que dio el miércoles. Y ya apuntó algo de sus nuevas ideas: apostar por la gente joven, con proyección y que quizás estaban relegadas a labores de poco peso.