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La Pasarela Barcelona atrae poco público y menos entusiasmo en su segundo día
Actualizado: GuardarPoco público y escaso entusiasmo resume la segunda y última jornada de la nueva Pasarela Barcelona, que tuvo que competir con el Bread and Butter, lleno de actividades, y con el anuncio de que este gigante alemán y Fira de Barcelona quieren organizar una pasarela internacional.
La jornada comenzó con Luxoir, firma de los valencianos Victor y Antoine, que presentaron una colección de hombre llena de cuadros de pata de gallo de punto y de rombos.
Por su parte, Txell Miras, que se consagró el año pasado como excelente diseñadora con la colección Rebobinar, repitió colección en blanco y negro, colores con los que se siente muy cómoda y puesta en escena original, mientras Sita Mur propone faldas abollonadas, shorts de invierno, faldas largas lánguidas y pitillos coloridos.
Inés Aguilar e Iván Martínez, de La casita de Wendy, hicieron una colección breve pero muy gráfica de su estilo, limpio y apoyado en tejidos clásicos.
El portugués Pinho Vieira by Nuno Gama, el toque internacional de la pasarela, propone en su colección de hombre dos tendencias muy definidas, una deportiva con tejanos con repuntes muy marcados, mezclas de piel y bolsillos caídos. La sorpresa la aportó Mireya Ruiz, con una sala casi llena, con la colección Girls don't cry, inspirada en los patrones del siglo XVIII pero con aires de vanguardia.
Josep Abril, el alma de la colección de hombre de Basi, sigue fiel a su estilo de buscar prendas de aspecto usado para transmitir la idea de que el tiempo consolida las cosas. Por su parte, Custo Barcelona fue el encargado de cerrar a medianoche el certamen en el pabellón italiano de Fira de Barcelona, y como era de esperar fue el espectáculo más multitudinario. / EFE