El inicio de una obligada renovación

La bestia resucita en el peor momento. La visita del Cádiz al Santiago Bernabéu coincide con la mejora ostensible en el juego de un Real Madrid que no quiere pasarse otro año más de vacío. Muchos han sido los apelativos que se la han puesto al conjunto blanco en los últimos años. Que si galácticos, que si Globertrotters del fútbol, que si el club de los mil millones de las antiguas pesetas. Sin embargo, esa áurea que les acompaña se convirtió en su mayor rival en el momento en el que los rectores de la entidad se preocuparon más de armar una empresa futbolística que un equipo de fútbol. La marcha del trío formado por Jorge Valdano, Vicente del Bosque y Claude Makelele, aristas que sostenían gran parte del proyecto en los tres terrenos posibles -gestionando, dirigiendo y equilibrando un equipo plagado de estrellas- provocó el desmoramiento del más bello castillo de naipes construido en la última década del fútbol mundial. Hasta cinco entrenadores diferentes han pasado por el banquillo de Chamartín en los últimos dos años y ha tenido que ser otro hombre de la casa, el lebrijano López Caro, el que imponga algo de cordura. Un mes y medio trabajando con el equipo, incidiendo sobremanera en el aspecto físico, y los resultados han comenzado a llegar. El Madrid no conoce la derrota en el mes de enero (cinco partidos) y el nivel de juego de los galácticos comienza a asemejarse al de antaño.

LA PORTERÍA

Casillas: pasado, presente y futuro

Si existe un jugador con el rol de indiscutible en el Real Madrid, ése es Casillas. A sus 24 años, se ha convertido, junto a Raúl, en el santo y seña de la entidad madrileña. Su gran madurez y especialmente su valentía e impresionantes reflejos, le encumbran como uno de los mejores porteros de Europa -el sexto según la FIHEF-.

LA DEFENSA

Sergio Ramos, el eje de la nueva zaga blanca

El cuarteto formado por Salgado, Hierro, Helguera y Roberto Carlos se disgregó con la salida del malagueño. El club blanco ha comenzado a diseñar la defensa del futuro. Sergio Ramos, el central de los 27 millones de euros- empieza a justificar su precio. Rápido y contundente, contagia entusiasmo al resto de sus compañeros, aunque todavía tiene que aprender a medir sus entradas para no cometer errores infantiles o dejar a su equipo con diez en momentos delicados. A Michel Salgado le ha salido un duro competidor en Cicinho, un lateral de largo recorrido que viene avalado por su velocidad y su preciso golpeo de balón.

EL MEDIO CAMPO

Sin equilibrio, con magia en las botas

Toque, toque, toque y más toque. Esos son los argumentos del Real Madrid en el centro del campo. Sus problemas llegan cuando no tienen la pelota en su poder, ya que no encuentran esa pieza que dote de equilibrio el sistema del equipo. Ni Pablo García ni Gravesen son capaces de hacerlo. La falta de tensión defensiva la suplen con un caudal infinitivo de recursos a la hora de crear jugadas de ataque. López Caro se ha atrevido a juntar a Guti y a Zidane y el elixir del buen fútbol no ha tardado en brotar; por las bandas, Robinho ofrece desborde y habilidad en el regate, pero le falta definición en los metros finales para llegar a la categoría de crack, mientras que Beckham, además de vender camisetas, es vital en el juego a balón parado.

LA DELANTERA

Sin Ronaldo, mayor variedad y menos gol

Con las lesiones de Ronaldo y Raúl, sus máximos goleadores esta temporada con 9 y 5 tantos respectivamente, el Real Madrid pierde efectividad en los metros finales. López Caro está resolviendo el entuerto de dos formas diferentes. O bien recurre al joven Soldado, un killer del área especialista en el remate de cabeza, o apuesta por falsos medias puntas como Baptista o Cassano. El primero, todo potencia, ha perdido ese don del gol que Caparrós supo exprimirle en el Sevilla; el segundo ha sido el último en llegar a la Casa Blanca y debutó en Copa con gol incluido. La defensa amarilla deberá evitar que emule a Robinho en Liga.