Fallecen 42 soldados de un avión eslovaco que regresaba de Kosovo

Un total de 42 soldados resultaron muertos, mientras uno sobrevivió gravemente herido, al estrellarse un avión de transporte militar eslovaco al noreste de Hungría la pasada noche, según confirmaron hoy fuentes oficiales en Budapest y Bratislava.

Este balance final corrige cifras anteriores que hablaban erróneamente de 45 ocupantes del aparato, en el que viajaban 35 soldados de las fuerzas de la OTAN en Kosovo (KFOR) y 8 tripulantes, según comunicó Tibor Dobson, portavoz de los servicios de protección civil magiares.

Las unidades de rescate, que han reanudado esta mañana sus labores, no han encontrado aun la caja negra del avión, por lo que se desconocen todavía las causas del siniestro, que tuvo lugar a escasa distancia de la frontera eslovaco-magiar.

El accidente del avión militar, un Antonov An-24, tuvo lugar anoche hacia las 19.30 hora local (18.30 gmt), cuando la nave cayó en un bosque en territorio de Hungría, pero a sólo 20 kilómetros de la base militar eslovaca de Kosice, a donde se dirigía el aparato.

Los militares húngaros perdieron las señales de radar del avión que viajaba desde Pristina (Kosovo) a Kosice (Eslovaquia) cerca de la localidad de Hejce, cuando se encontraba a mil metros de altura y ya había iniciado la maniobra de aproximación para aterrizar en el aeródromo eslovaco. El lugar del siniestro se halla a pocos kilómetros de la frontera húngara y está rodeada por un área boscosa y montañosa de difícil acceso.

Las autoridades húngaras han autorizado la entrada de unidades de investigación eslovacas en su territorio, quienes determinaron que el avión se incendió tras estrellarse cerca de la localidad de Telkibanya, a 250 kilómetros al noreste de Budapest.

Tiempo para una llamada

El único superviviente del accidente aéreo tuvo tiempo para llamar tras el siniestro a su mujer, Michaela Farkasova, con su teléfono móvil poco después de las 19.30 para solicitar que avisase a las autoridades eslovacas. Este hombre fue trasladado poco después al hospital militar de Kosice.

Por su parte, el primer ministro eslovaco, Mikulas Dzurinda, declaró en una rueda de prensa que "podemos imaginar el dolor de las mujeres, hijos, madres y padres de los soldados que servían a la patria en Kosovo, y tengo entendido que algunos de ellos volvían para un buen ganado descanso".

La ministra del Interior húngara, Monika Lamperth, informó de que en el lugar de siniestro trabajan de nuevo miembros de protección civil, policías y guardias de frontera, y que han sido desplegadas ambulancias, aviones y helicópteros militares de rescate, aunque sus labores se ven dificultadas por las difíciles condiciones orográficas.

Eslovaquia tiene desplegados alrededor de 100 soldados en Kosovo como parte de los 17.000 que conforman la fuerza de paz de la OTAN.

En los últimos diez años, y en diferentes regiones del mundo, los aviones tipo An-24 como el eslovaco han sufrido ocho accidentes, los dos últimos en 2005 en Rusia y Guinea Ecuatorial.