La Policía británica frustra los planes para secuestrar al hijo de Tony Blair

La Policía británica no quiso comentar el plan para secuestrar al hijo del primer ministro Tony Blair, Leo, de 5 años, que iba a ser perpetrado por activistas de Padres por la Justicia, un grupo que ha desarrollado espectaculares protestas en el palacio de Buckingham.

Las fuerzas de seguridad y Downing Street han declinado comentar la información revelada por el diario popular The Sun, que informó de que el plan fue elaborado por «simpatizantes extremistas» de ese grupo de padres divorciados que organiza campañas pacíficas en favor de los derechos de los padres.

Basándose en una fuente de seguridad que no identifica, el diario escribió que el hijo menor de Blair iba a ser mantenido como rehén un breve periodo «para llamar la atención sobre el sufrimiento de los padres que tienen prohibido el acceso a sus hijos».

Fuentes policiales confirmaron indirectamente la información, en conversación con la BBC, diciendo que el plan, descubierto poco antes de Navidad, era uno de muchos que estaban siendo discutidos por un grupo de simpatizantes extremistas.

La Policía, que descubrió el plan cuando investigaba actividades de simpatizantes del grupo, enfatizó que el proyecto de secuestro de Leo Blair estaba en las primeras etapas de planificación. No se produjeron arrestos, pero se les abordó y amenazó con disparar contra ellos si merodeaban por las inmediaciones de Downing street, donde reside la familia Blair.

El futuro de la organización pendía ayer de un hilo. Su fundador, Matt O'Connor, condenó la trama, negó que Padres por la Justicia estuviese detrás del complot e insistió en que sus intenciones siempre han sido pacíficas. «Queremos unir a padres con hijos, no separarlos», afirmó. O'Connor, que admitió que algunos miembros fueron expulsados el año pasado porque querían que la organización fuese más militante, denunció que éstos «han manchado nuestra reputación y han secuestrado nuestro nombre, lo que hace muy difícil que continuemos nuestra campaña».

Pero, además de sus pinitos escalando edificios públicos, en alguna ocasión Padres por la Justicia llegó más lejos. En mayo de 2004, dos de sus miembros lanzaron condones rellenos de harina violeta contra el primer ministro en el Parlamento. El incidente quedó en una anécdota, pero el miedo a un atentado terrorista en Wesminster llevó a la evacuación del edificio.