5 MINUTOS CON... ALFONSO MARÍN ARAGÓN UTILLERO DEL CHICLANA

«Prefiero los partidos fuera de casa para no pintar el campo»

Desde 1983 ha formado a las promesas chiclaneras y desde hace cuatro años asume la responsabilidad del material deportivo del equipo

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-¿Cómo se convierte en el utillero del Chiclana?

-Cuando se jubila Antonio el Pelito, mi antecesor. Era amigote y me lo comentó. Entonces, un directivo del club me lo pidió y ni me lo pensé. Trabajar en el equipo de mis amores supone mucho para mí.

-¿Deja todo lo que estaba haciendo por irse al Chiclana?

-Entonces yo entrenaba a los cadetes del Chiclana Industrial. Era marzo y aún quedaba Liga cadete. Me incorporé al Chiclana en mayo, una vez cumplido mi compromiso con el Chiclana Industrial.

-¿De qué se encarga?

-De dos funciones. La lavandería y el cuidado de las instalaciones deportivas.

-¿Qué prefiere jugar como local o como visitante?

-Prefiero los desplazamientos porque así no tengo que cortar ni el pintar el césped.

-¿Qué objetivo se ha marcado la plantilla esta temporada?

-Está más claro que el agua. Como mínimo tenemos que jugar la liguilla de ascenso a Segunda B.

-¿A cuántos entrenadores ha conocido estando de utillero?

-A cuatro. El primer año conocí a Bolli y a Pepe Mejías, que cogió al equipo los últimos partidos. Después a Neva el año pasado y ahora a Martínez Gámez.

-¿Alguna anécdota de ellos?

-Bueno, como es normal, cada maestrillo tiene su librillo. Pero la mayoría me pedían lo mismo. Es decir, que estuviese el césped cortito y rápido para que el balón ruede bien.

-¿Y algún secretillo que se pueda contar?

-El año pasado le quitamos un metro a la distancia que nuestros defensas podían tener respecto al banderín de córner para que la Balona tuviera más dificultades a la hora de ejecutar una jugada de estrategia.

-¿Y resultó?

-Lo peor de todo es que nos marcaron gol en esa jugada de estrategia.

-¿Cómo es un día en la vida del utillero del Chiclana?

-Llego al club a las diez de la mañana para ir preparando las instalaciones. Me voy a las dos para volver a las tres y media y no salir hasta las diez de la noche. Y es que en el campo no sólo entrena el primer equipo sino los seis equipos de las categorías inferiores.