El novio, el bebé, los amigos...
Actualizado:Ángel tiene en su escritorio una imagen que difícilmente pasa inadvertida. Una niña de amplios ojos y mirada ávida le observa chispeante recordándole lo que es importante. «Decidí poner a mi hija porque estaba preciosa y porque así, cuando ando algo agobiado, me acuerdo de que ella es lo más importante, la razón para estar aquí y seguir cada día», asegura. «A veces cuando me enfado por algo, pienso en quitarla, por eso de no tenerla en un sitio que no me gusta. Después se me pasa y la dejo, ella me anima el día cuando la miro», reconoce.
Manuel tiene a su sobrino en el móvil, como un estandarte de lo mucho que lo quiere y lo importante que es en su vida. «Así lo veo todos los días... está más rico... De vez en cuando la cambio porque el pobre crece muy rápido», afirma.
Carolina opta por una instantánea con su mejor amiga, también la puso para alegrarse el día. «Me gusta ver que me lo paso bien cuando salgo de aquí, es tranquilizador», suspira.
Entre los sentimentales no sólo prosperan los familiares sino también una suerte de cursis que se arman de las estampas más sensibleras para inspirarse el día. «Elegí poner un gatito porque me pareció bonito», responde Paz sin ocultar, su «lado oscuro»: «Ya se que es una ñoñería pero es que es tan mono...»