Artículos

Series

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

EL American Film Institute ha hecho pública su evaluación de las diez mejores series de televisión del año. El juicio del AFI es interesante para saber cuáles son las historias mejor valoradas y para tomar el pulso a las cadenas españolas, porque, con frecuencia, lo que triunfa allá suele fracasar aquí. Además, lo que la AFI evalúa no es la acogida del público, sino la calidad propia del producto, lo cual, en principio, elimina en la valoración cualquier prejuicio local. De las diez mejores series de televisión según el AFI, seis son absolutamente desconocidas en España: Sometimes in April, que es un duro telefilme sobre el genocidio de Ruanda; Battlestar Galactica, de ciencia-ficción espacial; Dead wood, que es un western hiperrealista; House, de tema médico con fuertes dosis de acción y polémica; Sleep cell, sobre un infiltrado en un grupo terrorista, y Veronica Mars, que cuenta la historia de una adolescente que por la noche trabaja como detective privado.

Lo más relevante es que algunos de esos títulos, a primera vista, parecen extraordinarios, de conocimiento más que aconsejable, pero en nuestro mercado nacional, seguimos a lo que estamos, que es la comedia costumbrista doméstica. Una de estas series, House, la emitirá Cuatro a partir de la semana que viene; será una buena oportunidad para constatar que el público español no elige las series en función de criterios de calidad.

Respecto a las series emitidas en España, se verá que ninguna de ellas se ha caracterizado por su éxito entre nosotros. Equipo de rescate puede verse en la Fox en horas y ámbitos minoritarios. Anatomía de Grey, que acaba de pasar por Cuatro, ha sido tan elogiada por la crítica como ignorada por el público. 24, que fue adquirida por Antena 3, tiene seguidores de obstinada fidelidad, pero se ha convertido en una molesta obligación para la cadena. La última es Perdidos, emitida por TVE-1, que conoció una trayectoria bastante irregular y, ciertamente, no sólo por los errores de programación de TVE. Esto constata que en España vamos a nuestra bola.