Textos calientes
Un escritor y un periodista especializados en cultura popular publican el primer libro que recopila toda la historia del porno en España
Actualizado: GuardarDe la A a la Z, todo lo que usted quería saber sobre los artistas del cine X made in Spain y no se atrevía a preguntar. Así se promociona Exxxpaña. Historia del cine porno español (Editorial Glénat), un libro rico en imágenes, de calidad discutible (algunas fotos parecen robadas de internet), que recoge la historia de un género cinematográfico que goza, mal que les pese a algunos, de gran número de seguidores por todo el planeta. La industria del celuloide porno ibérico es una de las más rentables del momento, con actores, actrices y directores habituales en producciones internacionales de prestigio. Nombres como el de Nacho Vidal, Max Cortés, Sophie Evans o Celia Blanco suenan más allá de la pantalla caliente, en revistas generalistas, programas de televisión y algunas propuestas adscritas al cine convencional.
Manuel Valencia, cabeza visible del fanzine 2000 Maniacos, y Paco Gisbert, periodista de trinchera especializado en cultura popular, han unido sus mentes, repletas de datos capaces de sonrojar a una madre, para plasmar sobre papel los entresijos de un género, generalmente marginado entre los teóricos del séptimo arte, que comenzó en nuestras fronteras supuestamente en la época de Alfonso XIII, cuando la aristocracia encargaba filmes subidos de tono para combatir el tedio.
De estos primeros pasos a nuestros días, pasando por el nacimiento de un star system nacional y el asentamiento de productoras y distribuidoras en un panorama en constante expansión. «El porno lo ve todo el mundo, aunque luego las encuestas no lo indiquen», resalta Gisbert. «Exxxpaña es una gran ocasión para conocer bien el porno que se hace aquí». Por si la documentada historia del género en la piel de toro sabe a poco, una segunda parte incluye más de cincuenta fichas centradas en los artistas más importantes del cine X peninsular, sin duda el capítulo realizado con más premura gráficamente hablando.
-¿Cómo surge esta incursión en el cine español por la puerta de atrás?
-El Ficeb (Festival de Cine Erótico de Barcelona) inició el año pasado una línea editorial relacionada con el sexo en el cine, que se inauguró con un libro sobre el destape escrito por José María Ponce. Cuando supimos que aquella iniciativa literaria tendría continuidad, propusimos a los rectores del festival elaborar un libro sobre la historia del porno español. No había nada en nuestro país que recogiera su historia. Lo único que se podía encontrar estaba en artículos de revistas y capítulos de los pocos libros que hay dedicados al cine X.
-El libro cuenta con prólogos del experto en lenguaje de la imagen Román Gubern y el cineasta Juanma Bajo Ulloa. ¿Es para eruditos y cinéfilos desprejuiciados? ¿A quién va dirigido?
-Sobre todo, al gran público. No es un libro para expertos en porno, porque se les quedará pequeño. Pero está bien para la gente que conoce el género de manera superficial, porque alquila de vez en cuando una película en el videoclub o sigue las emisiones de los viernes en Canal+. Este libro es una obra fundamental, porque les ayudará a conocer un poco el cine X que se hace aquí.
-El porno vende mucho
-Y da mucho dinero a casi todo el mundo que se dedica a él. Sólo en venta y alquiler de cintas, las empresas españolas facturan casi 400 mi-llones de euros al año. Los actores y actrices que se dedican a esto ganan mucho dinero por trabajar muy pocas horas al mes y, en general, es un negocio boyante. Todo el mundo obtiene grandes beneficios económicos con este género... menos los que escribimos sobre él.
-Pregunta con trampa. ¿Cómo os documentáis?
-Por nuestra larga experiencia como periodistas relacionados con el porno, tenemos acceso a todo lo que ocurre en el porno español. Ten en cuenta que nosotros prácticamente vimos resucitar al género en España en 1993, cuando José María Ponce comenzaba a hacer sus primeras películas, y conocemos a todos los que trabajan en el sector.
-Una respuesta muy políticamente correcta. ¿Qué piensan del libro vuestros padres?
-Nuestras madres están orgullosas de nosotros. La madre de Manolo compra las revistas donde sale él, e incluso las enseña al vecindario. Y la mía es inmensamente feliz viendo cómo su hijo se gana la vida haciendo lo que le gusta.
-A ver si te mojas un poco. ¿Cómo ves la industria internacional del porno en general?
-La industria ha de emprender una revisión en sus planteamientos artísticos, pues desde que descubrió que grabando una película en vídeo le salía mucho más barata que haciéndolo en cine, y que si prescindía de un argumento para grabar sólo sexo mucha gente seguía comprando películas, ha ganado mucho dinero, pero ha convertido el porno en un terreno ideal para el intrusismo. Y eso se manifiesta con el auge de internet. Cualquiera puede coger una cámara digital, grabar una escena de sexo y venderla por la Red. Ya no hace falta ser actor o actriz profesional para que la gente compre una de esas películas. Es más, a mucha gente le molan más con estética de girl next door (la vecina de al lado). Así que tendrá que volver a sus orígenes, a cuando el porno era una forma de hacer cine, muy cercana al cine de serie B, pero con sexo explícito.
-¿Y en España cómo anda la cosa?
-España ha evolucionado de manera muy diferente, porque aquí legalizaron el género pornográfico quince años más tarde que en el resto del mundo. No ha habido un paso lógico y una evolución desde el cine porno filmado en 35 mm. hasta el vídeo. Eso significa que las empresas potentes se han hecho fuertes económicamente sin una perspectiva histórica de lo que estaban vendiendo, y han producido cosas que tenían poco sentido que se hicieran en ese momento en España. La industria porno aquí ha de tender hacia su aproximación al cine convencional, ya sea en recuperar la figura del guionista, lo que aproximaría al porno a una serie de creadores independientes, ya sea con la integración de sus estrellas en el cine convencional y viceversa.
-¿Podemos concluir que creativamente algo falla pero el mercado es imparable?
-El mercado es lo más estable en esta industria. La gente quiere sexo y se le ofrece sexo. Lo que ocurre es que los canales de venta se diversifican, pero, por ejemplo, ahora es mucho más complicado descargarse una película pirata porno en Internet que una convencional.