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Putin revela a Merkel que Teherán no ha excluido enriquecer uranio en suelo ruso

La canciller reprocha al jefe del Kremlin el deterioro de la democracia en el país

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Angela Merkel no se mordió ayer la lengua en su primer encuentro con el presidente Vladímir Putin en calidad de canciller alemana. Dijo que le cantaría las cuarenta por el deterioro de la democracia en Rusia y cumplió su promesa. El jefe del Kremlin se defendió tratando de mostrarse comprensivo con las demandas de Occidente en materia de libertades y derechos humanos, pero afirmó, en clara referencia a Guantánamo, que en todas partes cuecen habas. La canciller y su anfitrión hablaron también de Irán, el tema central de las conversaciones, de hidrocarburos y de grandes proyectos bilaterales, en el área de la cooperación económica.

Echando de nuevo un capote al régimen de los ayatolás, Putin aseguró que Irán no ha excluido definitivamente la posibilidad de enriquecer uranio en territorio ruso y volvió a ofrecer la creación de una empresa mixta con ese propósito. El presidente señaló que el enriquecimiento de uranio, necesario para su utilización en centrales nucleares aunque susceptible de emplearse para la fabricación de bombas atómicas, «es uno de los principales problemas que enfrenta a Teherán con la comunidad internacional». Putin afirmó que su país «comparte con sus colegas europeos y estadounidenses un enfoque muy similar en cuanto al problema iraní» aunque alertó de la tentación de «dar pasos bruscos o equivocados». «Debemos ser muy cautelosos», advirtió el máximo dirigente ruso en rueda de prensa.

Asuntos polémicos

Merkel llegó a Moscú desde EE UU, en donde no tuvo reparos en plantear asuntos polémicos. Ella misma había reconocido que, pese a todo, Alemania tiene más cosas en común con Washington que con Moscú. Es posible, pero Berlín tiene en el país más extenso del planeta muchos intereses. Alemania es el socio comercial número uno de Rusia con un volumen de intercambio de casi 27.000 millones de euros en 2005, el 30% más que en 2004. Con la construcción del gran Gaseoducto de Europa del Norte, el gas pronto se convertirá en otro gran negocio.