«En TVE no me sacan ni en el entierro de Elpidia»

Un paréntesis de un año no ha servido para hacer olvidar a José Manuel Parada (el gallego más folclórico del panorama nacional), que una vez tuvo un programa llamado Cine de barrio. «Yo sé -repite el presentador- que mucha gente cree que hice algo muy gordo y que por eso me echaron. Pero puedo asegurar que aún nadie ha sabido explicarme la razón. Por eso llevo dentro este come-come. TVE no ha reparado lo que hizo conmigo y yo, como buen Sagitario, lucho contra la injusticia».

-Aún así, ¿cómo empieza 2006?

-Con pena de que se me acabe el año sabático que me tomé en 2005. Aunque debo decir que me he sentido un poco raro. Llevo trabajando desde los 16 años y no había parado nunca. He dedicado mucho esfuerzo a mi profesión y me he replanteado que tampoco es bueno. Lo que pasa es que en esta profesión o te dedicas a tope o es muy difícil llegar a triunfar. Y además es muy cruel porque si no triunfas da la sensación de que no eres nadie. El otro día, en una revista, se referían a mí como ex presentador.

-Y eso que sólo se ha ausentado un año.

-Durante el cual he rechazado muchas ofertas.

-No la de acudir, con su amiga Marujita, al Festival de Carmona.

-Eso lo hice muy conscientemente. A veces parece que el que calla otorga, y no. Yo ya estaba harto de que me contaran que en el propio programa que yo he creado y he estado haciendo durante ocho años se prohibía que apareciera mi cara. Estuve en la comunión de la hija de Isabel Pantoja y cuando dieron el reportaje en TVE no aparecí. Pero el colmo de los colmos fue cuando me llaman para entregar un premio a María Isbert en Castilla-La Mancha y me informan de que probablemente iría Carmen Sevilla al acto. A mí me pareció perfecto. Pero al final hubo problemas. Me dicen los del festival que Carmen Sevilla, o su entorno, había dicho que si yo aparecía por allí se ponía enferma y no grababa el programa.

-Y la semana siguiente, a Carmona.

-Sí, pero fue el final de una serie de cosas raras que estaban pasando. A Marujita Díaz y a mí nos prohibieron coincidir con Carmen Sevilla. Entonces es cuando yo digo que ya está bien y acudo a un programa de televisión para decir: ¿Que paren esto! Porque estoy siendo víctima de un veto.

Enseñar los dientes

-¿Y paró?

-Creo que después de haber en-señado los dientes, sí. A la semana siguiente ya salía mi cara en Cine de Barrio. Precisamente, en una información sobre el Festival de Carmona.

-¿Ve ahora 'Cine de Barrio'?

-A veces, pero lo paso muy mal. Sobre todo, cuando tienen que re-petirle a la presentadora siete veces el título de la película que van a poner, y la película se llama Cateto a babor.

-¿Ha visto 'Mira quién baila'?

-Sí, a mí mismo me llamó la productora de ese programa para participar en él. También me llamaron de La granja y de La Selva..., y no quise ir. Sin embargo, lo del baile me lo estaba pensando. El problema es que al final no salió. Pero es un programa precioso. Y tengo que decir que la participación de Carmen Sevilla en él me parece estupenda. Yo también la habría contratado. Está muy bien cuando habla de que está mayor, y a pesar de todo baila, o que se le ha roto la faja... Yo de Carmen Sevilla jamás diré que es mala profesional. Pero sí que, como amiga, me engañó vilmente.

-¿Cuándo vuelve a trabajar?

-En unos días anunciaré mi nuevo proyecto. Tengo que decir que he recibido ofertas de todas las televisiones, menos de TVE. Pero, bueno, ni siquiera me han sacado en el entierro de la hermana de Sara Montiel, y eso que allí estábamos sólo cinco o seis famosos.

-¿Conocía mucho a Elpidia?

-Mucho. Era muy cariñosa, la quería todo el mundo y sorprendía la memoria prodigiosa que tenía. Ella era una gran admiradora mía. Creo que Sara la echará mucho de menos. Vivían y hasta dormían juntas; porque su Giancarlo viene y va... Pero ya sabemos a lo que viene.

-¿A qué?

-Pues a gozar de Sara. Pero él tiene su vida en Italia y, además, segundas partes nunca fueron buenas.

-Su amiga Marujita no estuvo en el funeral.

-Porque estaba en Italia. Es que ella también tiene un novio italiano. Tengo que decir que el entierro de Elpidia me pareció un ejemplo perfecto de cómo deben llevarse los famosos con la prensa. Sara es muy consciente de quién es y de que su vida interesa.

-Su amiga Pantoja es distinta.

-Ella siempre ha sido más cerrada e inaccesible. Pero también es verdad que una parte de la prensa se ha ensañado con ella hasta la crueldad. Obligar como han obligado a Isabel a que, ante los comentarios de televisión, tenga que coger a su niña y decirle: «Te he adoptado», es muy fuerte. Creo que mucha gente tendría que hacer un examen de conciencia y pedirle perdón.