Rajoy acusa a Zapatero de «triturar» la Constitución para que ETA proclame una tregua
El líder del PP culpa al gobernante de «chalanear» con los terroristas y le advierte de que si no impide el congreso de Batasuna será un «burócrata de butacón» Rechaza el «pasteleo» que a su juicio busca el Gobierno en el debate del 'Estatut'
Actualizado: GuardarMariano Rajoy mantuvo alto ayer el diapasón de sus críticas a José Luis Rodríguez Zapatero en el congreso del PP de Galicia que eligió presidente a Alberto Núñez Feijóo como sucesor de Manuel Fraga. El líder de la oposición reprochó al presidente del Gobierno su pasividad ante la asamblea de Batasuna del próximo día 21 y dijo que el jefe del Ejecutivo está negociando con los terroristas la declaración de un tregua a cambio de «triturar» la Constitución, a través de la reforma del Estatuto de Cataluña.
«¿Hasta dónde llega el compromiso del señor Zapatero con Batasuna? ¿Qué pretende regalar a los terroristas? ¿Les va a dejar presentarse a las elecciones?», proclamó. Rajoy formuló estas preguntas tras haber denunciado que el Gobierno ha dado instrucciones al fiscal general de Estado para que «mire hacia otro lado» ante la reunión de los abertzales.
Así, concluyó que el jefe del Ejecutivo «está chalaneando para ver si le venden una tregua», por lo que dedujo que Rodríguez Zapatero está condicionado por lo que piensan los etarras. «Todo eso nos lleva a preguntar si el señor Zapatero necesita triturar la Constitución para que ETA se avenga a una tregua y así los españoles le perdonen haber triturado la Constitución», señaló. De este modo, relacionó la política antiterrorista y la reforma estatutaria catalana.
La asamblea de Batasuna le parece «una burla, una ilegalidad flagrante y un desafío al Tribunal Supremo», por lo que recordó que el PP presentó una denuncia ante la Fiscalía del Estado y seguirá denunciando y oponiéndose a la celebración de esta convocatoria «en defensa del cumplimiento de la ley porque por encima de la ley no hay nada».
Se preguntó si el líder del PSOE tiene la cabeza «de adorno» y apuntó las evidencias de que la reunión del 21 en Bilbao es un acto político del frente institucional de ETA. «Este congreso tiene forma, patas, pico y andares de pato y el señor Rodríguez Zapatero no acaba de convencerse de que es un pato», apuntó, y volvió a acusar al presidente de permitir «a los señores de Batasuna que puedan estar por encima de la Ley». En este sentido, destacó que «sería una vergüenza nacional que Batasuna celebrase un congreso y nadie lo impidiese», y consideró que Zapatero «no puede abdicar de su responsabilidad porque no sería un presidente del Gobierno, sino un burócrata sentado en un butacón».
Además, en declaraciones recogidas por Efe, criticó al presidente del Gobierno por su política antiterrorista que para él «se ha roto: Batasuna está en el Parlamento vasco, el señor Otegi campa por sus respetos y nadie sabe en qué anda Zapatero ni qué pasa», sentenció.
Los suevos
El presidente del PP intervino en el debate político gallego para pedir al Gobierno de la Xunta -formado por una coalición de socialistas y nacionalistas- que no siga el ejemplo de los dirigentes catalanes y que se preocupe más de aplicar el Plan Galicia que de «dogmatismos ideológicos y de las patrias». «No caigamos en el error de Cataluña, donde llevan años debatiendo si son o no una nación», reclamó.
Reprochó al presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, que siga la senda de Pasqual Maragall en Cataluña en lugar de defender los intereses de los gallegos que Rajoy ve en peligro con el modelo de financiación del 'Estatut'. «No sé qué es peor - dijo-, si el Estatuto de los suevos o apoyar el Estatuto catalán», añadió, en referencia al origen de los gallegos en ese pueblo bárbaro al que se remonta la propuesta estatutaria del Bloque Nacionalista Galego (BNG).
Volvió a la carga contra Zapatero y las negociaciones que mantienen los socialistas con los partidos catalanes para cambiar la propuesta estatutaria y se refirió, en especial, a la polémica definición de nación. «Están buscando un pasteleo que nos permita ser y no ser al mismo tiempo», denunció, tras calificar el debate de «ridículo». «No hay pasteleo que valga», proclamó, y rechazó de plano que la emblemática definición pueda aparecer en el preámbulo o en el articulado del nuevo Estatut.
Después de sus críticas, el dirigente popular reformuló su oferta de pacto al PSOE para cambiar los estatutos de común acuerdo y «como se ha hecho siempre». De lo contrario, anunció que el PP estará en permanente actitud de denuncia, porque cree que este comportamiento ha impedido que se hicieran «muchos disparates».
Admitió ante sus compañeros de partido que éste es un papel «duro» pero «una obligación» para el partido que se considera la única alternativa de poder. Rajoy se confesó pletórico por el resultado del congreso del PP gallego que se desarrolló pacíficamente y se saldó con apoyo mayoritario a Núñez Feijóo. «Estoy que me salgo», proclamó.