El Xerez B, primero que logra ganar al filial cadista en La Bodega de Vejer

Sobró la segunda parte. El Xerez B se encargó de resolver por la vía rápida, sin contemplaciones y ya a la media hora de juego ganaba por 0-2. Cuando un equipo además de ser superior, se lo cree también lo normal es que gane con autoridad. Eso es lo que pasó ayer en La Bodega de Vejer: el duelo de filiales, que se prometía disputado por la rivalidad ancestral de las dos entidades, fue un monólogo de juego azulino. Los cachorros cadistas fueron todo un festín para los pupilos dirigidos por Jose Antonio Luna. Y es que, el 1-4 de ayer, fue una goleada que demuestra la gran distancia que separa hoy en día al filial xerecista del cadista. Sideral, sería el epíteto correcto.

Distintos estilos

La victoria azulina en Vejer fue la confirmación de que los dos filiales juegan con distintos estilos, los mediocentros son el ejemplo más claro. Los de Calderón tienen como eje en el centro del campo al capitán Mere, un central reconvertido a mediocentro, con criterio pero sin la elevada dosis de calidad que se le exige a esa posición. El Xerez B, por su parte, inicia el juego en torno a Juan Carlos, el clásico diez de toda la vida: con toque, sacrificio y gran capacidad para la distribución. Ese fue el punto de partida que determinó la diferencia entre ambos conjuntos, sobre todo durante la primera parte.

Curiosamente, el Cádiz tuvo sus mejores minutos cuando jugó con diez, cuando el partido ya apenas exigía concentración porque los xerecistas se encargaron de finiqitar el choque antes de que la lluvia hiciera acto de presencia. Alguna vez tendría que pasar, el equipo de Calderón perdió su primer encuentro en La Bodega tras una más que digna racha de resultados. Ahora tendrán dos partidos fuera para confirmar que lo de ayer fue sólo un accidente.