El Deportivo se deja sorprender por un Alavés que estrenó entrenador
Los de Joaquín Caparrós notaron en exceso la baja del ex madridista Munitis Bodipo y Aloisi, que marcaron los goles, fueron una pesadilla para los gallegos
Actualizado:El Alavés despertó en Riazor de la mano de su nuevo técnico, Juan Carlos Oliva, a quien el acierto de Aloisi y de Bodipo al contragolpe ayudó a conseguir su primera victoria en el banquillo del equipo vitoriano, que ha podido emprender el camino a la salvación dejando tocado al Deportivo de La Coruña. Tanto Juan Carlos Oliva, que se estrenó en el banquillo del Alavés, como Joaquín Caparrós dejaron al descubierto sus cartas desde los primeros compases del choque, pese a que el técnico deportivista tuvo que modificar su alineación a última hora por la lesión de Aldo Duscher, que fue suplido por Lionel Scaloni.
Pese a estar condicionados por las bajas de Pedro Munitis, Joan Capdevila y Jorge Andrade, los blanquiazules, que jugaron sin Valerón en el once, afrontaron el inicio del partido con mayor ambición que los vascos, intentando desdibujar la cobertura dispuesta por Oliva con combinaciones rápidas en el medio del campo.
Los vitorianos se asentaron en el rápido terreno de juego de Riazor, consecuencia de la tromba que cayó antes del partido, y rompieron a los deportivistas en el ecuador de la primera mitad con un remate a placer de Aloisi a centro de Jandro.
El Deportivo, sin reacción, reafirmó el principio del fútbol de que no por tener más delanteros en el once se marcan goles, y tanto Arizmendi, como Tristán y Rubén fueron incapaces de despertar a los coruñeses antes del descanso. El Alavés se encargó de que la idea del preparador andaluz no surtiera efecto aprovechando la primera ocasión de la que dispuso en la segunda mitad para poner muy cuesta arriba el partido para los gallegos.
De nuevo con su arma más peligrosa, el contragolpe, los vitorianos amargaron el final de la primera vuelta de la Liga a los coruñeses con una jugada que Bodipo se encargó de culminar, libre de marca, a pase de Aloisi. Los cambios de Caparrós lavaron la imagen del Deportivo en ataque, donde Valerón y los canteranos Iago y Xisco, trataron de reconducir al equipo, pero sin éxito.