La llave del tiempo
La elección de una financiación larga puede ser ventajosa o convertirse en un lastre de por vida
Actualizado: GuardarGanar tiempo no es sinónimo de ganar dinero, especialmente cuando se trata de una deuda financiera. El atractivo de los préstamos hipotecarios a 50 y 40 años es relativo y la conveniencia de su elección dependerá de la situación de cada consumidor y de si se adapta a sus necesidades.
La expectación que ha despertado el nuevo producto financiero del BBK ha tenido un efecto reflejo en las organizaciones del sector, que han advertido de que las buenas condiciones iniciales pueden ser un lastre económico a medio y largo plazo.
El beneficio indudable de estirar el plazo de amortización es la reducción de las cuotas mensuales, pero en la mayoría de bancos, esta ventaja también va aparejada a un mayor tipo de interés de imposición sobre el Euribor.
Además, más meses son más pagos y según la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), este aplazamiento máximo de la deuda no supone «ningún beneficio adicional» para el consumidor porque aumenta de forma considerable el coste total del préstamo. Según sus cálculos, con los tipos de interés actuales, la cuota mensual de una hipoteca de 150.000 euros a 25 años sería de 711 euros y los intereses totales que habría que pagar en ese plazo ascenderían a 63.000 euros.
Sin embargo, si el plazo para devolver la misma cantidad, 150.000 euros, aumentara a 40 años, los intereses totales se dispararían a 107.000 euros y a 139.000 si fuera una hipoteca a 50 años. Esta diferencia, cercana al 35%, no compensa, a juicio de Adicae, las bajas mensualidades aunque sean «más cómodas de pagar».
Otro peligro es el tiempo de carencia (tiempo de pago sólo de intereses), cuya extensión provoca que el consumidor pague únicamente esta parte «durante años» y no amortice ningún euro de capital.
Frente a esta opinión, el otro colectivo del sector, la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) pondera estos riesgos y apoya el nuevo producto porque facilitará el acceso de los ciudadanos a la vivienda.
La clave para la mejor utilización de esta financiación es aprovechar las bajas cuotas para aumentar los ahorros y estar capacitado tanto para realizar cancelaciones parciales como adelantar la suspensión total de la deuda.