Un futuro en obras
Trece subsaharianos del Centro de Estancia Temporal de Ceuta se labran su porvenir con un curso de albañilería en Cádiz
Actualizado:Ladrillo a ladrillo, trece subsaharianos cimientan su futuro. Llevan menos de una semana en Cádiz; pero sueñan con un porvenir en obras al que le falta el cemento, el mortero y un poco de argamasa. Todo unido creará en menos de tres meses unos profesionales de la albañilería, que buscarán su destino en Cádiz o en cualquier provincia de España.
Así, once inmigrantes con papeles de residencia y trabajo, venidos del Centro de Estancia Temporal de Ceuta, sueñan con un vida mejor tras haber cruzado la valla que separa Ceuta de Marruecos. Es el caso de Anicet. Un joven de Camerún, que a sus 19 años, tuvo que cruzar nadando la frontera para llegar a Ceuta hace once meses. Un periplo que no se queda ahí, ya que viajó por desiertos y deambuló por calles hasta alcanzar su meta, Marruecos, huyendo de Camerún «en busca de trabajo». «Ya son tres años fuera de mi casa y sólo el teléfono me permite contactar con mi familia», prosigue su relato vital Anicet.
Clases de español
Él como sus compañeros se labra un futuro en una acción solidaria, que camina por su cuarta convocatoria, de la mano de la Asociación Cardjin, en la que se levanta a las 8.30 del piso de la entidad para dar comienzo un poco más tarde a las clases de albañilería. «Se adaptan bien. Ponen ganas en aprender y el idioma no es un problema», asegura uno de los profesores, José María Salado Salado, quien les explica la fábrica de ladrillo y el muro a tizón. Ahora, «nos dicen cómo se llaman los materiales y nos explican la protección a la hora de trabajar», dice Anicet.
A las 17.00 horas retorna el trabajo con clases de español e informática. Su jornada finaliza a las 21.30 horas «en la que cenamos, vemos televisión o salimos a andar un poco; pero tenemos que estar antes de las 23.00 horas», matiza Anicet. Además, «aprenden normas de convivencia, la legislación y la realidad laboral que existe en España para buscar su inserción social y laboral», señala el monitor José Manuel mientras los trece juegan al fútbol entre sueños de andamios.